lunes, 26 de agosto de 2013

La Pincoya

Es una mujer joven de extraordinaria belleza que representa la personalidad de los mares y las playas. Sale de la profundidad de las aguas a danzar en las playas o sobre las olas, semi-vestida con un traje de algas. Sus brazos y piernas son similares a los de una persona.
Cuando realiza su baile mirando hacia alta mar, significa que abundarán los peces y mariscos. En cambio, si lo hace con el rostro en dirección hacia la playa, indica que los peces y mariscos serán escasos. Si por la ausencia de la Pincoya la escasez se mantiene, es posible hacerla volver por medio de una ceremonia mágica donde intervienen brujos o machis.
Cuando los isleños naufragan, la Pincoya acude a su auxilio. A veces algunos pescadores la ven entre los roqueríos peinando su larga cabellera, rojiza o rubia. Su acompañante, como hermano o esposo, es el Pincoy.

martes, 13 de agosto de 2013

El niño y el cielo

 Hace tiempo, cuenta una leyenda judía, unos 40 días antes de nacer, cada niño elige una pareja en el cielo, para que luego las 2 almas que se encargan de crear el firmamento distribuyan a cada niño una niña y así sucesivamente.
Luego los ángeles voltean por la tierra, y afirman que ningún niño será impedido ni tendrá ningún obstáculo para encontrar el amor infinito en la tierra, tanto vivo como muerto.
Hay una muy buena razón para que todos los ángeles sean los encargados de elegirle al niño una niña con la que compartir su vida, que viene a ser lo mismo que Dios cuando se encarga de crear al hombre, dándole 2 piernas, 2 brazos, un cuerpo, cara, ojos y demás elementos del cuerpo humano, para que luego puedan complementarse los unos con los otros.
Cada uno de nosotros tenemos una persona en algún lugar del mundo, que a pesar de la distancia está hecho para nosotros, es alguien hecho a nuestra medida, y nosotros también lo estamos para esa persona, por lo que si no encuentras a alguien no te preocupes, tarde o temprano aparecerá, puesto que Dios siempre tiene una persona para nosotros, sea tarde o pronto, aparecerá.
A muchos les cuesta más encontrarlo, pero nunca hay que perder la esperanza, la historia del niño es el fiel reflejo de la realidad.