Cuenta una leyenda que a un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando y que te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
- ¿Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
- ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando...
-¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás: mamá
jueves, 22 de diciembre de 2011
viernes, 16 de diciembre de 2011
El verdadero amor
Existió una historia de un hombre mayor tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer.
Ella llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
No estaba en absoluto preocupado, sólo... tenía prisa: Ella no se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
Dijo: -Ya no sabe quién soy. Hace ya casi dos años que no me reconoce.
-Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Hablando sin prisas, pensando una respuesta, el buen hombre contesto:
-Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Aquel día tuve que contenerme las lágrimas.
El verdadero amor, pensé, es mirar a otra persona y ver todo lo que el otro es, lo que ha sido, lo que será y lo que ya no es... y que nada importa, sólo el amor.
Ella llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
No estaba en absoluto preocupado, sólo... tenía prisa: Ella no se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
Dijo: -Ya no sabe quién soy. Hace ya casi dos años que no me reconoce.
-Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Hablando sin prisas, pensando una respuesta, el buen hombre contesto:
-Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.
Aquel día tuve que contenerme las lágrimas.
El verdadero amor, pensé, es mirar a otra persona y ver todo lo que el otro es, lo que ha sido, lo que será y lo que ya no es... y que nada importa, sólo el amor.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Leyenda de la mujer de la boca cortada
Existe una leyenda en Japón que tiene sus orígenes en la mitología de dicho país. Es la llamada "Kuchisake-Onna" también conocida en castellano como “La mujer con la boca cortada”.
Kuchisake-onna (la mujer con la boca cortada) es una leyenda de la mitología japonesa, la cual versa sobre una mujer que fue asesinada y desfigurada por su esposo, convirtiéndose en un yokai (espíritu demoníaco) que regresó para vengarse.
La leyenda dice que hace mucho tiempo había una preciosa pero vanidosa mujer que se casó con un samurai. La bellísima mujer era amada y pretendida por muchos hombres y acostumbraba a engañar a su marido. El samurai sabía de las infidelidades de su esposa por lo que un día en un ataque de celos y furia le cortó la boca de un lado a otro mientras gritaba:
-¿Piensas que eres hermosa? ¿Quién va a pensar que eres hermosa ahora?-
Se dice que desde entonces una mujer con la cara tapada, por una máscara como la que usan los cirujanos, vaga por las calles de Japón. Cuando encuentra a un hombre joven (mujeres según otras versiones) se acerca y les pregunta con el rostro cubierto:
¿Atashi kirei? (¿Soy hermosa?)
Recordemos que en Japón el uso de máscaras para evitar enfermedades y no respirar el aire contaminado es bastante habitual, por lo que los chicos normalmente al ver sus bonitos ojos y sus suaves rasgos responden que SÍ. En ese momento la mujer retira la máscara dejando al descubierto la horrible hendidura que se extiende de oreja a oreja con una escalofriante sonrisa. Y les pregunta de nuevo: ¿Kore Demo? (¿Y ahora?)
Todo aquel que dice que no, se asusta, grita o muestra el miedo en su cara es atacado por el espíritu que con unas tijeras gigantes les corta la cabeza.
Sí la víctima responde de nuevo que sí ”solamente” le cortará la boca de lado a lado para que sufra su misma suerte. En otras versiones si respondes afirmativamente las dos veces la mujer te seguirá hasta la puerta de casa donde te asesinará igualmente, ya que "kirei" en japonés para hermosa o linda es muy parecido a decir "kire" que significa cortar.
Es imposible escapar de Kuchisake-Onna, puedes salir corriendo pero aparecerá frente a ti de nuevo. Hay varias formas de escapar que varían según la versión de la leyenda:
- Puedes contestar con otra pregunta: ¿Y yo? ¿Soy hermoso? Eso confundirá al espíritu que se quedará pensativo dándote tiempo a escapar.
- También puedes llevar dulces contigo y se los tiras o simplemente se los ofreces quedará contenta con el regalo y te permitirá marcharte.
De manera que tened cuidado con las bellas japonesas que escondan su rostro bajo una mascarilla, pues podrían ocultar algo más que una impactante sonrisa.
Kuchisake-onna (la mujer con la boca cortada) es una leyenda de la mitología japonesa, la cual versa sobre una mujer que fue asesinada y desfigurada por su esposo, convirtiéndose en un yokai (espíritu demoníaco) que regresó para vengarse.
La leyenda dice que hace mucho tiempo había una preciosa pero vanidosa mujer que se casó con un samurai. La bellísima mujer era amada y pretendida por muchos hombres y acostumbraba a engañar a su marido. El samurai sabía de las infidelidades de su esposa por lo que un día en un ataque de celos y furia le cortó la boca de un lado a otro mientras gritaba:
-¿Piensas que eres hermosa? ¿Quién va a pensar que eres hermosa ahora?-
Se dice que desde entonces una mujer con la cara tapada, por una máscara como la que usan los cirujanos, vaga por las calles de Japón. Cuando encuentra a un hombre joven (mujeres según otras versiones) se acerca y les pregunta con el rostro cubierto:
¿Atashi kirei? (¿Soy hermosa?)
Recordemos que en Japón el uso de máscaras para evitar enfermedades y no respirar el aire contaminado es bastante habitual, por lo que los chicos normalmente al ver sus bonitos ojos y sus suaves rasgos responden que SÍ. En ese momento la mujer retira la máscara dejando al descubierto la horrible hendidura que se extiende de oreja a oreja con una escalofriante sonrisa. Y les pregunta de nuevo: ¿Kore Demo? (¿Y ahora?)
Todo aquel que dice que no, se asusta, grita o muestra el miedo en su cara es atacado por el espíritu que con unas tijeras gigantes les corta la cabeza.
Sí la víctima responde de nuevo que sí ”solamente” le cortará la boca de lado a lado para que sufra su misma suerte. En otras versiones si respondes afirmativamente las dos veces la mujer te seguirá hasta la puerta de casa donde te asesinará igualmente, ya que "kirei" en japonés para hermosa o linda es muy parecido a decir "kire" que significa cortar.
Es imposible escapar de Kuchisake-Onna, puedes salir corriendo pero aparecerá frente a ti de nuevo. Hay varias formas de escapar que varían según la versión de la leyenda:
- Puedes contestar con otra pregunta: ¿Y yo? ¿Soy hermoso? Eso confundirá al espíritu que se quedará pensativo dándote tiempo a escapar.
- También puedes llevar dulces contigo y se los tiras o simplemente se los ofreces quedará contenta con el regalo y te permitirá marcharte.
De manera que tened cuidado con las bellas japonesas que escondan su rostro bajo una mascarilla, pues podrían ocultar algo más que una impactante sonrisa.
martes, 29 de noviembre de 2011
Leyenda de la Venus mexicana
Un hombre llamado Jappán quería llegar a ser el favorito de los dioses; abandono a su familia y todos sus bienes, y comenzó su vida de ermitaño en el desierto. Una vez allí, permaneció día y noche entregado a la devoción.
Los dioses quisieron poner a prueba su virtud y ordenaron al demonio Yaotl –el enemigo- que lo tentara y lo catigara si se rendía. Yaotl le ofreció las criaturas mas hermosas para hacerlo bajar de la alta roca donde se había instalado, pero todo fue en vano. La diosa Tlazolteaotl, interesada en aquel juego, se presento ante Jappán, que al ver su hermosura quedo turbado, y le dijo:
-Hermano Jappán, maravillada de tu virtud y conmovida por tus sufrimientos, quiero reconfortarte. ¿Como puedo llegar hasta ti para hablarte mas cómodamente?
El ermitaño, sin darse cuenta de la trampa que le tendía, bajo de su roca y ayudo a la diosa a subir a ella. Al hacerlo, la virtud de Jappán cayó y enseguida llego Yaotl –y a pesar de todas sus suplicas- le corto la cabeza.
Los dioses lo transformaron en escorpión y avergonzado se escondió bajo la piedra. Luego Yaotl fue a buscar a la mujer de Jappán, Tlahuizin –la inflamada- y la llevo junto a la piedra donde estaba escondido su marido, le contó lo que había pasado y también le corto la cabeza.
Uniéndose a su marido bajo la roca, dieron nacimiento a escorpiones de diferentes colores. Los dioses consideraron que Yaotl se había excedido en su misión y lo transformaron en saltamontes.
Los dioses quisieron poner a prueba su virtud y ordenaron al demonio Yaotl –el enemigo- que lo tentara y lo catigara si se rendía. Yaotl le ofreció las criaturas mas hermosas para hacerlo bajar de la alta roca donde se había instalado, pero todo fue en vano. La diosa Tlazolteaotl, interesada en aquel juego, se presento ante Jappán, que al ver su hermosura quedo turbado, y le dijo:
-Hermano Jappán, maravillada de tu virtud y conmovida por tus sufrimientos, quiero reconfortarte. ¿Como puedo llegar hasta ti para hablarte mas cómodamente?
El ermitaño, sin darse cuenta de la trampa que le tendía, bajo de su roca y ayudo a la diosa a subir a ella. Al hacerlo, la virtud de Jappán cayó y enseguida llego Yaotl –y a pesar de todas sus suplicas- le corto la cabeza.
Los dioses lo transformaron en escorpión y avergonzado se escondió bajo la piedra. Luego Yaotl fue a buscar a la mujer de Jappán, Tlahuizin –la inflamada- y la llevo junto a la piedra donde estaba escondido su marido, le contó lo que había pasado y también le corto la cabeza.
Uniéndose a su marido bajo la roca, dieron nacimiento a escorpiones de diferentes colores. Los dioses consideraron que Yaotl se había excedido en su misión y lo transformaron en saltamontes.
domingo, 20 de noviembre de 2011
El hijo
En los confines de Francia habitaba un piadoso matrimonio de grandes virtudes y profunda religiosidad, siendo los dos muy devotos de la Virgen María. Hacía quince años que se habían casado y no tenían hijos, por lo que, aunque dichosos en su Matrimonio, su anhelo constante era tener un hijo, y continuamente se lo imploraban a Dios y a su Madre divina, sin que hasta entonces hubiesen conseguido el sueño de su vida, en el que cifraban todas sus ilusiones.
No habían perdido, sin embargo, la esperanza de tenerlo, y seguían pidiéndoselo a Dios encarecidamente. Una noche, cuando dormían, se les apareció en sueños santa María anunciándoles que Dios les concedería un hijo, pero con la condición de que le llevasen, cuando fuese mayor, en peregrinación al sepulcro del apóstol Santiago.
Al despertar el matrimonio, con inmenso gozo, se comunicaron sus sueños, convenciéndose, al ver que los dos habían tenido el mismo, de que era una aparición divina, y juntos fueron a dar gracias por ello a la Madre de Dios. Pasados unos meses, la mujer dio a la luz un hijo, varón, al que impusieron el nombre de Jacobo, por devoción al apóstol Santiago, considerándose el matrimonio más dichoso del mundo con aquel hijo que Dios les había concedido.
EI niño se criaba hermoso y guapo, y a medida ,que iba creciendo, iba despertándose su gran inteligencia y aumentándole su bondad, haciendo de él un conjunto de perfecciones que constituía el orgullo de sus padres y el encanto de cuantos le conocían. Cuando ya tuvo quince años, los padres decidieron cumplir el mandato divino, y emprendieron con su hijo la peregrinación a Santiago de Galicia, para postrarse ante el sepulcro del aposto y darle gracias por su merced.
No habían perdido, sin embargo, la esperanza de tenerlo, y seguían pidiéndoselo a Dios encarecidamente. Una noche, cuando dormían, se les apareció en sueños santa María anunciándoles que Dios les concedería un hijo, pero con la condición de que le llevasen, cuando fuese mayor, en peregrinación al sepulcro del apóstol Santiago.
Al despertar el matrimonio, con inmenso gozo, se comunicaron sus sueños, convenciéndose, al ver que los dos habían tenido el mismo, de que era una aparición divina, y juntos fueron a dar gracias por ello a la Madre de Dios. Pasados unos meses, la mujer dio a la luz un hijo, varón, al que impusieron el nombre de Jacobo, por devoción al apóstol Santiago, considerándose el matrimonio más dichoso del mundo con aquel hijo que Dios les había concedido.
EI niño se criaba hermoso y guapo, y a medida ,que iba creciendo, iba despertándose su gran inteligencia y aumentándole su bondad, haciendo de él un conjunto de perfecciones que constituía el orgullo de sus padres y el encanto de cuantos le conocían. Cuando ya tuvo quince años, los padres decidieron cumplir el mandato divino, y emprendieron con su hijo la peregrinación a Santiago de Galicia, para postrarse ante el sepulcro del aposto y darle gracias por su merced.
domingo, 13 de noviembre de 2011
La leyenda del minotauro
minotauro era hijo de Pasifae, esposa del rey Minos de Creta y de un toro blanco enviado por Posidón, dios del mar. Minos había ofendido gravemente a Posidón quien como venganza hizo que Pasifae se enamorase del animal. Fruto de dicha unión nació el Minotauro, un ser violento, mitad hombre, mitad toro, que se alimentaba de carne humana. Para esconder su vergüenza y proteger a su pueblo, el rey Minos rogó al inventor Dédalo que le construyera un laberinto del que el monstruo nunca pudiera salir. Cada nueve años, a fin de apaciguarlo, Minos le ofrecía la bestia, siete mujeres y siete jóvenes que imponía como tributo a la ciudad de Atenas.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto. Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.
En una ocasión, Teseo se ofreció voluntario como víctima, con la intención de matar al Minotauro y liberar a Atenas de un cruel destino. Con la ayuda de Adriadna, la hija del rey, que se había enamorado de él, logro su propósito: Adriadna le ofrece a Teseo un ovillo de hilo que le ha dado Dédalo, el arquitecto del laberinto. Habiéndo atado uno de sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede, efectivamente, encontrar la salida.
sábado, 5 de noviembre de 2011
Una pequeña leyenda de poder...
.- Cuenta una leyenda que había dos niños patinando sobre una laguna congelada.
Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación;
cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo,
tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas
hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
-¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso,
es imposible que lo haya podido quebrar,
con esa piedra y sus manos tan pequeñas!!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo:
-"Yo se cómo lo hizo".
-"¿Cómo ?", le preguntaron al anciano ,
y él contestó:
-"No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer"...
Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación;
cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo,
tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas
hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
-¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso,
es imposible que lo haya podido quebrar,
con esa piedra y sus manos tan pequeñas!!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo:
-"Yo se cómo lo hizo".
-"¿Cómo ?", le preguntaron al anciano ,
y él contestó:
-"No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer"...
lunes, 3 de octubre de 2011
La confesión de un muerto
Se dice que una noche a principios del siglo XVII el Abad de la antigua Basílica de Guadalupe vió que entraba un hombre de elegante apariencia que le solicitó la confesión, por lo que el Abad pidió a unos familiares que lo esperaban unos minutos. Después de un rato, el Abad salió con el rostro pálido, y cerró las puertas, por lo que sus familiares se extrañaron y le preguntaron por qué cerraba si el hombre elegante aún no había salido, sin embargo, el Abad se negó a contestar y los apresuró a dejar el lugar.
Ya en casa de los familiares, uno de sus sobrinos le preguntó al Abad qué le había pasado, sin embargo, el Abad llevó su mano derecha hacia su oído, haciendo notar que se le dificultaba escuchar. Después de que el sobrino le hiciera nuevamente la pregunta, el Abad le respondió que el hombre que había entrado a la Basílica horas antes era un muerto que había venido de ultratumba para confesarse, y que después de escuchar la confesión había tenido dificultad para escuchar por el oído derecho.
El Abad nunca pudo contar lo que le había dicho el misterioso personaje, guardando el secreto de confesión, quedando la duda para siempre.
Ya en casa de los familiares, uno de sus sobrinos le preguntó al Abad qué le había pasado, sin embargo, el Abad llevó su mano derecha hacia su oído, haciendo notar que se le dificultaba escuchar. Después de que el sobrino le hiciera nuevamente la pregunta, el Abad le respondió que el hombre que había entrado a la Basílica horas antes era un muerto que había venido de ultratumba para confesarse, y que después de escuchar la confesión había tenido dificultad para escuchar por el oído derecho.
El Abad nunca pudo contar lo que le había dicho el misterioso personaje, guardando el secreto de confesión, quedando la duda para siempre.
sábado, 24 de septiembre de 2011
La bala
En un pueblo de la ciudad de Guanajuato, cuando la iglesia toca exactamente las doce de la noche se crea como un punto de suspensión, pues nada se mueve, pero eso no es lo interesante
Cuentan que en tiempos de la independencia un coronel de la nueva España acorraló en frente de la capilla del pueblo a unos soldados. En ese momento eran casi las 12 de la noche, entonces uno de ellos se dispuso a disparar cuando de repente la bala se paró y por el contrario la bala se volteo y mató a el soldado español. Desde entonces siempre se tiene la costumbre de guardar un minuto de silencio cuando son las doce de la noche.
Cuentan que en tiempos de la independencia un coronel de la nueva España acorraló en frente de la capilla del pueblo a unos soldados. En ese momento eran casi las 12 de la noche, entonces uno de ellos se dispuso a disparar cuando de repente la bala se paró y por el contrario la bala se volteo y mató a el soldado español. Desde entonces siempre se tiene la costumbre de guardar un minuto de silencio cuando son las doce de la noche.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Loret Blackmen
Circula por la Red un popular cuento de terror basado en una leyenda real, titulado El Despertar que narra la resurrección de un no muerto un monstruo que fue enterrado como un cristiano para bloquear sus maléficos poderes, pero cuya resurrección fue profetizada. Concretamente, a los cien años de permanecer bajo tierra, volvería a la vida para recuperar su reino de terror. En este cuento hay una protagonista femenina: Marlene, la redactora de una revista de sucesos paranormales.
Esta joven periodista, en un rutinario rastreo por Internet, buscando historias descubrió la leyenda de Loret Blackmen, el vampiro. A menos de un día de su supuesta resurrección, la joven no pudo frenar su vocación periodística y, ni corta ni perezosa, decidió personarse en el lugar donde estaba enterrado el vampiro. Emocionada por la aventura en la que iba enfrascarse, convino invitar a su novio a que la acompañara. Éste, a regañadientes, aceptó el siniestro viaje, con la esperanza de que Marlene desistiera en el último momento.
De camino a la tumba de Loret Blackmen, la pareja se percató de que estaban adentrándose en un terreno yermo y abandonado, inimaginable en sus peores pesadillas. No obstante, continuaron con el viaje. Caía la tarde del día señalado, y la pareja se adentró con su coche en las profundidades el mismísimo infierno. En una bifurcación de la abandonada carretera, estos tomaron un sendero que los conduce a la entrada de un pueblo, cuyo letrero de bienvenida rezaba lo siguiente: Bienvenido a La Purísima Circulaban a poca velocidad, enmudecidos ante tal espectáculo: las fachadas de las casas estaban totalmente cubiertas de polvo, en el aire se respiraba la más absoluta soledad. Sin duda, parecía que se encontraban en un pueblo fantasma. Acordaron rastrear el lugar a pie. Al llegar a la plaza, un sonido atronador, el de una campana, los asustó. El sonido provenía de la Iglesia del pueblo. Siguieron el estruendo hasta la pequeña edificación. Allí se encontraron a unos pocos habitantes que escuchaban atentamente al sacerdote, quien rezaba por el alma de los presentes, ya que un terrible suceso estaba a punto de sucederse.
Tras unos quince minutos en silencio, los pocos habitantes se marcharon en procesión hacia el cementerio. La pareja se acercó al sacerdote y permanecieron allí, expectantes.
Al caer la tarde, los testigos de la resurrección del vampiro emitían gritos de angustia y lloraban de terror. Incluso alguno imploraba a Dios que no permitiera esa atrocidad. Tras unos instantes de inusitada calma, un bandada de cuervos emprendió un cruel ataque contra los habitantes del pueblo. Marlene, única superviviente, estaba petrificada por el pánico.
Finalmente, Loret Blackmen no se hizo esperar. Se levantó de su tumba, con su cuerpo putrefacto y con unas terribles ansias de chupar sangre. Tomó a Marlene como primera presa y la mordió en la yugular, recuperando las fuerzas a través de la sangre fresca. El novio de ésta, malherido, intentó atacar al vampiro, quien le atravesó al abdomen con una mano. El festín había acabado y el vampiro se retiró del lugar.
Pero no está solo. Tomó a Marlene como su compañera, y ésta camina junto a su sombra en la oscuridad de la nocheJuntos por toda la eternidad.
Esta joven periodista, en un rutinario rastreo por Internet, buscando historias descubrió la leyenda de Loret Blackmen, el vampiro. A menos de un día de su supuesta resurrección, la joven no pudo frenar su vocación periodística y, ni corta ni perezosa, decidió personarse en el lugar donde estaba enterrado el vampiro. Emocionada por la aventura en la que iba enfrascarse, convino invitar a su novio a que la acompañara. Éste, a regañadientes, aceptó el siniestro viaje, con la esperanza de que Marlene desistiera en el último momento.
De camino a la tumba de Loret Blackmen, la pareja se percató de que estaban adentrándose en un terreno yermo y abandonado, inimaginable en sus peores pesadillas. No obstante, continuaron con el viaje. Caía la tarde del día señalado, y la pareja se adentró con su coche en las profundidades el mismísimo infierno. En una bifurcación de la abandonada carretera, estos tomaron un sendero que los conduce a la entrada de un pueblo, cuyo letrero de bienvenida rezaba lo siguiente: Bienvenido a La Purísima Circulaban a poca velocidad, enmudecidos ante tal espectáculo: las fachadas de las casas estaban totalmente cubiertas de polvo, en el aire se respiraba la más absoluta soledad. Sin duda, parecía que se encontraban en un pueblo fantasma. Acordaron rastrear el lugar a pie. Al llegar a la plaza, un sonido atronador, el de una campana, los asustó. El sonido provenía de la Iglesia del pueblo. Siguieron el estruendo hasta la pequeña edificación. Allí se encontraron a unos pocos habitantes que escuchaban atentamente al sacerdote, quien rezaba por el alma de los presentes, ya que un terrible suceso estaba a punto de sucederse.
Tras unos quince minutos en silencio, los pocos habitantes se marcharon en procesión hacia el cementerio. La pareja se acercó al sacerdote y permanecieron allí, expectantes.
Al caer la tarde, los testigos de la resurrección del vampiro emitían gritos de angustia y lloraban de terror. Incluso alguno imploraba a Dios que no permitiera esa atrocidad. Tras unos instantes de inusitada calma, un bandada de cuervos emprendió un cruel ataque contra los habitantes del pueblo. Marlene, única superviviente, estaba petrificada por el pánico.
Finalmente, Loret Blackmen no se hizo esperar. Se levantó de su tumba, con su cuerpo putrefacto y con unas terribles ansias de chupar sangre. Tomó a Marlene como primera presa y la mordió en la yugular, recuperando las fuerzas a través de la sangre fresca. El novio de ésta, malherido, intentó atacar al vampiro, quien le atravesó al abdomen con una mano. El festín había acabado y el vampiro se retiró del lugar.
Pero no está solo. Tomó a Marlene como su compañera, y ésta camina junto a su sombra en la oscuridad de la nocheJuntos por toda la eternidad.
jueves, 8 de septiembre de 2011
El murciélago de colores
Una vez existió un hermoso murciélago. Era la criatura más bella de la creación, ya que en su afán por parecerse al resto de las aves, subió al cielo y solicitó al creador poseer plumas. Éste le contestó que tenía su permiso para solicitar a otras aves sus mejores plumas. Y así lo hizo. Se dedicó a pedir las plumas de aquellos especímenes más vistosos y coloridos.
Tras un tiempo de recolección, el murciélago lucía, ufano, su nuevo y espectacular aspecto. Revoloteaba por toda la tierra recreándose en su imagen. Incluso, en una ocasión, con el eco de su vuelo provocó un maravilloso arco iris. Todos los animales lo observaban fascinados por su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él. La soberbia se apoderó de su raciocinio. Miraba con desprecio al resto de las aves, a las que consideraba inferiores a él por su belleza.
Percibía que ningún otro animal estaba a su altura. Hasta reprochó al colibrí que no eran tan agraciado como él. Consideraba que no existía otra cualidad más importante que no fuera el aspecto físico. El resto de aves se sentían humilladas ante el vuelo del murciélago. Su continuo pavoneo se hizo insoportable para todo el reino animal, y sus ofensas llegaron a oídos del creador. Éste decidió intervenir.
Tras observar la actitud del bello murciélago, lo hizo llamar y subir al cielo. Éste se sintió halagado al verse requerido por el ser supremo y su ego se elevó con él. Ante la presencia del creador, comenzó a aletear con una alegría desbordada. Aleteó una y otra vez, desprendiéndose, inconscientemente, de todas sus bellas plumas.
De pronto, se descubrió desnudo, como al principio de los tiempos. Avergonzado, descendió a la tierra, refugiándose en las cuevas y negándose la visión. Durante días, llovieron plumas de colores que éste no quiso observar, procurando olvidar lo hermoso que un día fue. Desde entonces, el murciélago vivió recluido en la oscuridad, lamentando su egoísta actitud.
Tras un tiempo de recolección, el murciélago lucía, ufano, su nuevo y espectacular aspecto. Revoloteaba por toda la tierra recreándose en su imagen. Incluso, en una ocasión, con el eco de su vuelo provocó un maravilloso arco iris. Todos los animales lo observaban fascinados por su deslumbrante imagen. No obstante, los halagos comenzaron a hacer mella en él. La soberbia se apoderó de su raciocinio. Miraba con desprecio al resto de las aves, a las que consideraba inferiores a él por su belleza.
Percibía que ningún otro animal estaba a su altura. Hasta reprochó al colibrí que no eran tan agraciado como él. Consideraba que no existía otra cualidad más importante que no fuera el aspecto físico. El resto de aves se sentían humilladas ante el vuelo del murciélago. Su continuo pavoneo se hizo insoportable para todo el reino animal, y sus ofensas llegaron a oídos del creador. Éste decidió intervenir.
Tras observar la actitud del bello murciélago, lo hizo llamar y subir al cielo. Éste se sintió halagado al verse requerido por el ser supremo y su ego se elevó con él. Ante la presencia del creador, comenzó a aletear con una alegría desbordada. Aleteó una y otra vez, desprendiéndose, inconscientemente, de todas sus bellas plumas.
De pronto, se descubrió desnudo, como al principio de los tiempos. Avergonzado, descendió a la tierra, refugiándose en las cuevas y negándose la visión. Durante días, llovieron plumas de colores que éste no quiso observar, procurando olvidar lo hermoso que un día fue. Desde entonces, el murciélago vivió recluido en la oscuridad, lamentando su egoísta actitud.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Fotógrafos de muertos
Retratos post mortem es el nombre con el que se conoce a las fotografías realizadas a las personas fallecidas de muerte natural y/o violenta y puede considerarse que representan, desde un punto de vista histórico, el primer acercamiento claro de la fotografía con la representación de los cuerpos muertos. En el caso de México, la muerte se va a documentar especialmente desde la vertiente más violenta. Los archivos de los hermanos Casasola albergan numerosos documentos fotográficos de los muertos en la revolución mexicana durante los enfrentamientos y en los fusilamientos, también de otros conflictos civiles y militares que afectaron a la población mexicana. Sin embargo, los retratos post mortem de las personas que morían por causas naturales en sus casas están distribuidos por los propios domicilios familiares o en los archivos de coleccionistas particulares. Es por tanto un estudio de recogida y catalogación de material que está pendiente de hacer, no sólo en México sino también en la mayoría de los países del mundo. La costumbre de fotografiar a los muertos en América llegó desde Europa, donde la difusión de la fotografía entre el público fue muy rápida y enseguida se extendió la práctica de fotografiar las etapas importantes de la vida: nacimiento, matrimonio, servicio militar e incluso la propia muerte. El fotógrafo acudía así al domicilio del fallecido (a veces, era al revés y los familiares eran los que se encargaban de llevar al difunto hasta el profesional) y hacía una fotografía a la persona muerta que servía a sus familiares como recuerdo y como consuelo, ya que en muchas ocasiones era la única fotografía que tenían de ese pariente. Actualmente, la tradición de fotografiar a los muertos ha quedado reducida al círculo social de personas célebres que se suelen retratar en sus capillas ardientes. En el ámbito familiar es una práctica poco corriente en la mayoría de los países. Es decir, como prueba definitiva de que las imágenes de los daguerrotipos realmente habían supuesto una nueva revolución, se hacía mención a los buenos resultados alcanzados con los retratos post mortem. Evidentemente, se trataban de los mejores modelos en ese momento en los que los tiempos de exposición requeridos eran muy largos. La quietud de los fallecidos favoreció en alguna medida la proliferación de este tipo de retratos, ya que el fotógrafo no tenía que tomar precauciones para que el modelo no saliera movido y, además, tenía cierta libertad de manipulación, como si se tratase de una naturaleza muerta. Además, se dio aún otra circunstancia que favoreció la expansión de este tipo de fotografías y que tiene que ver con que la invención del daguerrotipo coincidió en el tiempo con una época de mortalidad infantil muy alta y de grandes epidemias. Fotografiar a los muertos, por tanto, se convirtió en algo normal e incluso los primeros daguerrotipistas hacían publicidad de los retratos post mortem, algo que después haría el propio Nadar y otros fotógrafos famosos. La consecuencia más inmediata que se extrae es que la realización de fotografías a los muertos, además de tratarse de un hecho muy generalizado, fue perfectamente aceptada por la sociedad que vio en esta práctica algo normal y, en ningún momento, fue percibido como una experiencia morbosa o extraña. Prueba de ello fueron, además de los reclamos publicitarios que hacían los fotógrafos, las numerosas exposiciones que se realizaban de los retratos post morten. Anteriormente a estas exposiciones, era corriente que las morgues de las grandes ciudades estuvieran frecuentadas por "mirones" que acudían a ver a los cadáveres que en ellas se exponían. Para una autora como Julia Kristeva, el cadáver "–visto sin Dios y fuera de la ciencia– es el colmo de la abyección". Al asociar el cadáver con lo abyecto, Julia Kristeva paradójicamente, lo aleja de la muerte. De tal forma que la putrefacción del cuerpo no significa la muerte: "El cadáver (cadere, caer) –señala Kristeva–, aquello que irremediablemente ha caído, cloaca y muerte, trastorna más violentamente aun la identidad de aquel que se le confronta como un azar frágil y engañoso. Una herida de sangre y pus, o el olor dulzón y acre de un sudor, de una putrefacción, no significan la muerte".
jueves, 25 de agosto de 2011
Candela
La carretera principal que va de Baltimore a Nueva York al llegar al
kilómetro 12 se cruza con una importante autopista. Se trata de un cruce muy
peligroso, y en muchas ocasiones se ha hablado de construir un paso subterráneo para
evitar accidentes, aunque todavía no se ha hecho nada. Un sábado por la noche, el
doctor Eckersall regresaba a su casa después de asistir a una sala de fiestas. Al
llegar al cruce redujo la velocidad y se sorprendió al ver a una deliciosa
jovencita, vestida con un traje largo de fiesta y haciendo autostop. Frenó de golpe
y le hizo una señal para que subiera a la parte trasera de su descapotable.
- El asiento de delante está lleno de palos de golf y de paquetes - se disculpó.
Y a continuación le preguntó:
- Pero, ¿qué está haciendo una chica tan joven como tú sola a estas horas de la
noche?.
- La historia es demasiado larga para contarla ahora - dijo la chica.
Su voz era dulce y a la vez aguda, como el tintinear de los cascabeles de un trineo.
- Por favor, lléveme a casa. Se lo explicaré todo allí. La dirección es North
Charles Street, número XX. Espero que no esté muy lejos de su camino.
El doctor refunfuñó y puso el coche en marcha. Cuando se estaba acercando a la
dirección que le indicó ella, una casa con las contraventanas cerradas, le dijo:
- Ya hemos llegado.
Entonces se giró y vio que el asiento de atrás estaba vacío.
- ¿¡Qué demonios...!? - murmuró para sí el doctor.
La chica no se podía haber caído del coche, ni mucho menos haberse desvanecido.
Llamó repetidas veces al timbre de la casa, confuso como no la había estado en toda
su vida. Después de un largo tiempo de espera, la puerta se abrió y apareció un
hombre de pelo gris y aspecto cansado que lo miró fijamente.
- No sé como decirle qué cosa más sorprendente acaba de suceder - empezó a decir
el doctor - una chica joven me dio esta dirección hace un momento. La traje en
coche hasta aquí y...
- Sí, sí, lo sé - dijo el hombre con aire de cansancio -, esto mismo ha pasado
otras veces, todos los sábados por la noche de este mes. Esta chica, señor, era mi
hija. Murió hace dos años en un accidente de automóvil en ese mismo cruce donde
usted la encontró...
kilómetro 12 se cruza con una importante autopista. Se trata de un cruce muy
peligroso, y en muchas ocasiones se ha hablado de construir un paso subterráneo para
evitar accidentes, aunque todavía no se ha hecho nada. Un sábado por la noche, el
doctor Eckersall regresaba a su casa después de asistir a una sala de fiestas. Al
llegar al cruce redujo la velocidad y se sorprendió al ver a una deliciosa
jovencita, vestida con un traje largo de fiesta y haciendo autostop. Frenó de golpe
y le hizo una señal para que subiera a la parte trasera de su descapotable.
- El asiento de delante está lleno de palos de golf y de paquetes - se disculpó.
Y a continuación le preguntó:
- Pero, ¿qué está haciendo una chica tan joven como tú sola a estas horas de la
noche?.
- La historia es demasiado larga para contarla ahora - dijo la chica.
Su voz era dulce y a la vez aguda, como el tintinear de los cascabeles de un trineo.
- Por favor, lléveme a casa. Se lo explicaré todo allí. La dirección es North
Charles Street, número XX. Espero que no esté muy lejos de su camino.
El doctor refunfuñó y puso el coche en marcha. Cuando se estaba acercando a la
dirección que le indicó ella, una casa con las contraventanas cerradas, le dijo:
- Ya hemos llegado.
Entonces se giró y vio que el asiento de atrás estaba vacío.
- ¿¡Qué demonios...!? - murmuró para sí el doctor.
La chica no se podía haber caído del coche, ni mucho menos haberse desvanecido.
Llamó repetidas veces al timbre de la casa, confuso como no la había estado en toda
su vida. Después de un largo tiempo de espera, la puerta se abrió y apareció un
hombre de pelo gris y aspecto cansado que lo miró fijamente.
- No sé como decirle qué cosa más sorprendente acaba de suceder - empezó a decir
el doctor - una chica joven me dio esta dirección hace un momento. La traje en
coche hasta aquí y...
- Sí, sí, lo sé - dijo el hombre con aire de cansancio -, esto mismo ha pasado
otras veces, todos los sábados por la noche de este mes. Esta chica, señor, era mi
hija. Murió hace dos años en un accidente de automóvil en ese mismo cruce donde
usted la encontró...
miércoles, 17 de agosto de 2011
Había una vez un guerrero valiente y apuesto. Amaba la caza y así, con frecuencia, iba por los bosques persiguiendo animales. En una de sus cacerías llegó junto a un lago y, lleno de asombro, contempló a una mujer bellísima que bogaba en una canoa.
El guerrero quedó tan enamorado que, muchas veces, volvió al lugar con el ánimo de verla; pero fue inútil, pues, ante sus ojos, sólo brillaron las aguas del lago. Entonces pidió consejo a una hechicera, la cual le dijo:
—No la verás nunca más, a menos que aceptes convertirte en palomo.
—¡Sólo quiero verla otra vez!
—Si te vuelves palomo jamás recuperarás tu forma humana.
—¡Sólo quiero volverla a ver!
—Si así lo deseas, hágase tu voluntad.
Y la hechicera le clavó en el cuello una espina y en el acto el joven se convirtió en palomo. Este levantó el vuelo y fue al lago y se posó en una rama y al poco rato vio a la mujer y, sin poderse contener, se echó a sus pies y le hizo mil arrumacos.
Entonces la mujer lo tomó entre sus manos y, al acariciarlo, le quitó la espina que tenía clavada en el cuello. ¡Nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la cabeza y cayó muerto! Al ver esto, la mujer, desesperada, se hundió en el cuello la misma espina y se convirtió en paloma. Y desde aquel día llora la muerte de su palomo.
El guerrero quedó tan enamorado que, muchas veces, volvió al lugar con el ánimo de verla; pero fue inútil, pues, ante sus ojos, sólo brillaron las aguas del lago. Entonces pidió consejo a una hechicera, la cual le dijo:
—No la verás nunca más, a menos que aceptes convertirte en palomo.
—¡Sólo quiero verla otra vez!
—Si te vuelves palomo jamás recuperarás tu forma humana.
—¡Sólo quiero volverla a ver!
—Si así lo deseas, hágase tu voluntad.
Y la hechicera le clavó en el cuello una espina y en el acto el joven se convirtió en palomo. Este levantó el vuelo y fue al lago y se posó en una rama y al poco rato vio a la mujer y, sin poderse contener, se echó a sus pies y le hizo mil arrumacos.
Entonces la mujer lo tomó entre sus manos y, al acariciarlo, le quitó la espina que tenía clavada en el cuello. ¡Nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la cabeza y cayó muerto! Al ver esto, la mujer, desesperada, se hundió en el cuello la misma espina y se convirtió en paloma. Y desde aquel día llora la muerte de su palomo.
martes, 9 de agosto de 2011
Leyenda corta o ¿Realidad?
Quise darles a mis hijos lo que yo nunca tuve. Entonces comencé a trabajar catorce horas diarias. No había para mí sábados ni domingo; consideraba que tomar vacaciones era locura o sacrilegio. Trabajaba día y noche.
Mi único fin era que no les faltase nada, y no me paraba en nada para conseguirlo. Quería darles a mis hijos lo que yo nunca tuve.
Entonces lo interrumpió alguien y le preguntó: ¿Y lograste lo que te propusiste?
Claro que sí- Contestó el hombre.
Yo nunca tuve un padre agobiado, hosco, siempre de mal humor, preocupado, lleno de angustias y ansiedades, sin tiempo para jugar conmigo y entenderme. Ese es el padre que yo les di a mis hijos. Ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve.
Mi único fin era que no les faltase nada, y no me paraba en nada para conseguirlo. Quería darles a mis hijos lo que yo nunca tuve.
Entonces lo interrumpió alguien y le preguntó: ¿Y lograste lo que te propusiste?
Claro que sí- Contestó el hombre.
Yo nunca tuve un padre agobiado, hosco, siempre de mal humor, preocupado, lleno de angustias y ansiedades, sin tiempo para jugar conmigo y entenderme. Ese es el padre que yo les di a mis hijos. Ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve.
domingo, 31 de julio de 2011
The Mothman (El hombre polilla)
The Mothman es una criatura inexplicable con grandes ojos rojos y alas grandes, como una polilla y ha sido visto justo antes las catástrofes más importantes del mundo.
La criatura a menudo parece no tener la cabeza, con los ojos rojos establecidos en su pecho. Se ha fotografiado y visto por testigos oculares y ha sido perseguido y acosado a un número de personas. El primer avistamiento de Mothman fue en noviembre de 1966 en Point Pleasant, Virginia. Dos parejas de recién casados viajaban por la Ruta 62, cuando vieron los ojos rojos y algo volar. Decenas de avistamientos fueron reportados en la zona poco después.
Un año después un desastre golpeó la ciudad de Point Pleasant, cuando se derrumbó el puente de plata y 46 personas murieron en el accidente. The Mothman fue visto en el puente antes del derrumbe.
La criatura a menudo parece no tener la cabeza, con los ojos rojos establecidos en su pecho. Se ha fotografiado y visto por testigos oculares y ha sido perseguido y acosado a un número de personas. El primer avistamiento de Mothman fue en noviembre de 1966 en Point Pleasant, Virginia. Dos parejas de recién casados viajaban por la Ruta 62, cuando vieron los ojos rojos y algo volar. Decenas de avistamientos fueron reportados en la zona poco después.
Un año después un desastre golpeó la ciudad de Point Pleasant, cuando se derrumbó el puente de plata y 46 personas murieron en el accidente. The Mothman fue visto en el puente antes del derrumbe.
lunes, 25 de julio de 2011
La niña de las uñas de sangre
Esto era una niña, (la llamaremos Lidia) llamada lidia, era una niña pequeña que deambulaba por su pueblo en busca de una muñeca, entró en un anticuario y vio a una muñeca con las uñas muy largas y pintadas de rojo, la niña se la compro, el anticuario le dijo que tuviera mucho cuidado con esa muñeca, que estaba poseida por el mismisimo diablo, la niña,ajena a la advertencia se fue a su casa muy contenta. Era de noche cuando Lidia se despertó y oyó He matado a dos solo quedan 8. La niña, pensando que solo era un sueño se volvió a dormir, a la mañana siguiente vió a su muñeca que le faltaban dos uñas, y a sus padres degollados. La niña asustada arrojó la muñeca al río y se fue a casa de sus abuelos. Era de noche y Lidia volvió a escuchar la voz, pero esta vez decía: He matado a 3 solo quedan 5. La niña asustada fué a la habitación de sus abuelos y los vio degollados y a su perro también, y a los pies de la cama vio a la muñeca con una mano sin uñas. La niña volvió a tirar la muñeca al río y fué a casa de una amiga, Lidia estaba ya loca, por que pensaba que la culpa la tenía ella por haber comprado la muñeca, su amiga Sonia, la tranquilizó y se durmieron, pero Lidia no podía y volvió a oir lo mismo: He matado a dos solo quedan 3. La niña asustada y sabiendo lo que iba a volver a ver intentó huir pero no pudo, algo lo impedía y es que tenía la muñeca agarrada al tobillo derecho, asustada, ató una enorme piedra a la muñeca y la tiró al lago y se fue a casa de sus tíos, por la noche y despierta oyó: He matado a dos solo quedas TÚ. Algo se movió en la ventana, Lidia giró el cuello para ver que era y no había nada, cuando se giró vió la muñeca llena de sangre y le clavó la última uña en la sien, acabando con su vida.
sábado, 16 de julio de 2011
Tarde de cine
Un grupo de amigos decide ir una tarde al cine. Llegan tarde a la sesión y las luces ya están apagadas, aunque la peli aún no había empezado. Cuando uno de ellos se sentó en su asiento, pero uno de ellos notó un pinchazo al hacerlo. Al sentirlo, miró sobre su asiento y vio una jeringuilla. Sobre el asiento había un mensaje escrito: "Bienvenido al mundo del SIDA".
jueves, 7 de julio de 2011
Muerte en el microondas
La muchacha en cuestión estudiaba medicina y vivía una vida agitada repartida entre sus estudios y cuidar a la hermanita de 6 años. Un día se pegó la gran borrachera con sus amigos de clase y terminó acostándose con un tipo de su agrado.
Al día siguiente, entre las nubes de la resaca, la muchacha recordó de repente que su madre estaba a punto de regresar de su guardia en el hospital, donde trabajaba en el turno de noche hasta las 8 de la mañana, por lo cual la pobre apenas sí tuvo tiempo de despedirse del sujeto y volar a su casa para que cuando la madre llegara encontrara todo sin novedad, la casa ordenada, la nena desayunándose a tiempo, y ella lista
ir a clases.
El problema fue la ducha... Faltaban ya sólo unos minutos para que la madre regresara y la chica, que gozaba de una abundante cabellera, la tenía toda mojada. Para variar, el secador se había averiado...
No sé si se debió a los efectos tardíos del alcohol o al nerviosismo que le causaba la madre, muy histérica para estas cosas, el caso es que a la chica no se le ocurrió mejor manera de secar su cabello que meter su hermosa melena al microondas. Con un poco de esfuerzo lo consiguió y programó al máximo el aparato. En cuestión de minutos, se secó completamente el cabello justo cuando la madre entró saludando a todo el mundo sin darse cuenta de nada.
Cuando nuestra amiga llegó a la facultad, estaba medio demacrada, con cara de no haber dormido nada, y tambaleándose de un lado para otro. Demasiado incluso para la resaca que podía provocar botella y media de whisky con hielo
Mi amigo estaba presente. Me contó que apenas subió las escaleras para entrar al edificio, se desplomó como un saco de patatas. Estaba muerta...
Los doctores, al realizar la autopsia,no le encontraron nada malo en el cuerpo, ni enfermedad ni razón alguna para tal muerte súbita; y hubiese quedado así de no ser porque la hermanita le contó a mamá que antes de que ella llegara se había secado el pelo en el microondas. Los doctores, preacticando entonces una la autopsia craneal, encontraron su cerebro totalmente abrasado.
Al día siguiente, entre las nubes de la resaca, la muchacha recordó de repente que su madre estaba a punto de regresar de su guardia en el hospital, donde trabajaba en el turno de noche hasta las 8 de la mañana, por lo cual la pobre apenas sí tuvo tiempo de despedirse del sujeto y volar a su casa para que cuando la madre llegara encontrara todo sin novedad, la casa ordenada, la nena desayunándose a tiempo, y ella lista
ir a clases.
El problema fue la ducha... Faltaban ya sólo unos minutos para que la madre regresara y la chica, que gozaba de una abundante cabellera, la tenía toda mojada. Para variar, el secador se había averiado...
No sé si se debió a los efectos tardíos del alcohol o al nerviosismo que le causaba la madre, muy histérica para estas cosas, el caso es que a la chica no se le ocurrió mejor manera de secar su cabello que meter su hermosa melena al microondas. Con un poco de esfuerzo lo consiguió y programó al máximo el aparato. En cuestión de minutos, se secó completamente el cabello justo cuando la madre entró saludando a todo el mundo sin darse cuenta de nada.
Cuando nuestra amiga llegó a la facultad, estaba medio demacrada, con cara de no haber dormido nada, y tambaleándose de un lado para otro. Demasiado incluso para la resaca que podía provocar botella y media de whisky con hielo
Mi amigo estaba presente. Me contó que apenas subió las escaleras para entrar al edificio, se desplomó como un saco de patatas. Estaba muerta...
Los doctores, al realizar la autopsia,no le encontraron nada malo en el cuerpo, ni enfermedad ni razón alguna para tal muerte súbita; y hubiese quedado así de no ser porque la hermanita le contó a mamá que antes de que ella llegara se había secado el pelo en el microondas. Los doctores, preacticando entonces una la autopsia craneal, encontraron su cerebro totalmente abrasado.
jueves, 30 de junio de 2011
Leyenda del drago milenario
El drago milenario canario, envuelve una leyenda mágica detrás de él y ahora os la vamos a contar. Antes sólo comentar que las Islas Canarias es un pequeño archipiélago español que se encuentra cerca del trópico, en el océano Atlántico.
Sangre de Drago
La leyenda asegura que hace muchísimos años desembarcó un mercader en la costa de Tenerife, concretamente en la playa de San Marcos, en Icod de los Vinos. Dicho mercader estaba ansioso de conseguir “Sangre de Drago”, muy preciada en la época.
Al llegar este hombre de negocios a la playa, se fijó en unas jóvenes muchachas que se allí se divertían. Con su carácter avaricioso, se propuso poseer a una de esas nativas guanches, con lo que se empeñó en perseguirlas. Tras correr un corto tiempo tras ellas, dio alcance a una y pensó que había sido muy fácil conseguirla, pero no reparó en la inteligente mirada de aquella doncella que había capturado.
Ella le ofreció como muestra de su amistad, hermosos frutos autóctonos de la isla. Frutos de una gran belleza. Tan complacido se sintió el hombre que tranquilo se sentó a comer sin fijarse en lo que la astuta muchacha realizaba. Ella, en ese momento de despiste, aprovecho para saltar al otro lado como del barranco como una gacela.
La joven mujer, se escondió hábilmente entre los árboles, mientras el confuso mercader intentaba adivinar su silueta entre el denso bosque. Así, buscando a la doncella, se topó con el enorme árbol. Era muy extraño y aterrador, que defendía con su presencia a la indefensa muchacha.
Cuenta la leyenda que en este momento el hombre, preso del pánico, tiró un arma afilada que llevaba en la mano, la cual fue a clavarse en el tronco de aquel majestuoso árbol. En ese momento, el árbol comenzó a emanar en líquido rojizo y denso que parecía sangre. Ante aquello el mercader se fue corriendo hacia su embarcación y no volvió a pisar nunca más las islas.
El drago canario es un impresionante árbol de ramas espesas cuyas hojas simulan afiladas espadas. Son muy famosos por su peculiar resina, que es densa y del color de la sangre. Lo real de la leyenda es precisamente esto, al cortar su corteza parece que sangrara y para los guanches, aborígenes de las Islas Canarias, representan la manifestación terrenal de su dios protector aquí en la tierra.
Sangre de Drago
La leyenda asegura que hace muchísimos años desembarcó un mercader en la costa de Tenerife, concretamente en la playa de San Marcos, en Icod de los Vinos. Dicho mercader estaba ansioso de conseguir “Sangre de Drago”, muy preciada en la época.
Al llegar este hombre de negocios a la playa, se fijó en unas jóvenes muchachas que se allí se divertían. Con su carácter avaricioso, se propuso poseer a una de esas nativas guanches, con lo que se empeñó en perseguirlas. Tras correr un corto tiempo tras ellas, dio alcance a una y pensó que había sido muy fácil conseguirla, pero no reparó en la inteligente mirada de aquella doncella que había capturado.
Ella le ofreció como muestra de su amistad, hermosos frutos autóctonos de la isla. Frutos de una gran belleza. Tan complacido se sintió el hombre que tranquilo se sentó a comer sin fijarse en lo que la astuta muchacha realizaba. Ella, en ese momento de despiste, aprovecho para saltar al otro lado como del barranco como una gacela.
La joven mujer, se escondió hábilmente entre los árboles, mientras el confuso mercader intentaba adivinar su silueta entre el denso bosque. Así, buscando a la doncella, se topó con el enorme árbol. Era muy extraño y aterrador, que defendía con su presencia a la indefensa muchacha.
Cuenta la leyenda que en este momento el hombre, preso del pánico, tiró un arma afilada que llevaba en la mano, la cual fue a clavarse en el tronco de aquel majestuoso árbol. En ese momento, el árbol comenzó a emanar en líquido rojizo y denso que parecía sangre. Ante aquello el mercader se fue corriendo hacia su embarcación y no volvió a pisar nunca más las islas.
El drago canario es un impresionante árbol de ramas espesas cuyas hojas simulan afiladas espadas. Son muy famosos por su peculiar resina, que es densa y del color de la sangre. Lo real de la leyenda es precisamente esto, al cortar su corteza parece que sangrara y para los guanches, aborígenes de las Islas Canarias, representan la manifestación terrenal de su dios protector aquí en la tierra.
viernes, 17 de junio de 2011
El señor del Reboso
A mediados del Siglo XVI funcionaba ya como convento Dominico, el edificio situado a espaldas del que fuera templo de Santa Catalina de Siena, ubicado en la calle de su nombre hoy República Argentina. Fundado por ayuda pecuniaria de tres mujeres sumamente religiosas y ricas conocidas por "Las Felipas", este convento recibía la ayuda de casas y encomiendas y rentas producto de una especie de fideicomiso de estas Felipas y así comenzó a recibir monjas que se acogían a la advocación de Santa Catalina de Siena.
En el Templo que como se dice y se sabe, daba a la hoy calle de la República Argentina, estaba entrando a la derecha, un Cristo de madera, esculpido por anónimo escultor, uno de tantos imagineros que dejó para siempre su arte religioso sin que se recuerde su nombre. Era un Cristo de mirada triste, de palidez mortal, con grandes llagas sangrantes y una corona de espinas cuyas puntas parecían clavarse en la carne, la madera que asimismo escurría sangre. Daba lástima esta triste figura del Señor colocada a la entrada del templo, con su cuerpo llagado, flácido y apenas cubierto con un trozo de túnica morada.
Tal vez este triste aspecto del Cristo cargando la Cruz fue lo que motivó a una monja que llegó como novicia bajo el nombre de Severa de Gracida y Alvarez y que más tarde adoptara al profesar, el de Sor Severa de Santo Domingo. Pues bien esta monja, cada vez que iba a misa al templo de Santa Catalina, se detenía para murmurar un par de oraciones al Señor cargado con tan pesada cruz al grado de que cada día lo advertía más agobiado, más triste, más sangrante.
Pasaban los años y a medida que la monja Sor Severa de Santo Domingo solía pasar más tiempo ante el Cristo, mayor era su devoción, mayor su pena y más grande la fe que profesaba al hijo de Dios.
Así pasaron los años, treinta y dos para ser más exactos, la monja se hizo vieja, enferma, cansada, pero no por eso declinó en su adoración por el Señor de la Cruz a cuestas, sino que aumentó a tal grado de que lo llamaba desde su celda en donde había caído enferma de enfermedad y de vejez.
Una noche ululaba el viento, se metía por las rendijas, por el portillo sin vidrio ni madera, calaba hasta los huesos viejos y cansados de la monja. El aire azotaba la lluvia y la noche se hacía insoportable.
-!Jesús.. Cristo mío! -gritó la monja con voz casi inaudible, pero llena de dolor, tratando de abandonar su lecho de enferma-, dejádme que cubra vuestro enjuto y aterido cuerpo... venid a mi señor, y mostráos ante esta pecadora que sólo ha sabido amarte y adorarte en religiosa reverencia.
Arreció el vendabal...
Y lo insólito de esta historia ocurrió entonces. Llamaron quedamente a la puerta de la celda de la enferma monja y ésta con muchos trabajos se levantó y abrió, para encontrarse ante la figura triste de un mendigo, casi desnudo, que parecía implorar pan y abrigo.
La monja tomó un mendrugo, un trozo de la hogaza que no había tocado y le ofreció el pan mojado en aceite, agua y sacando de su ropero un chal, un rebozo de lana, cubrió el aterido cuerpo del mendigo.
Terminado de hacer esto, el cuerpo de la monja se estremeció, lanzó un profundo suspiro y falleció.
Al día siguiente hallaron su cuerpo yerto, pero oloroso a santidad, a rosas, con una beatífica sonrisa en su rostro marchitado por los años y la enfermedad.
Y allá en el templo de Santa Catalina de Siena, cubriendo el enjuto y sangrante cuerpo del Señor con la cruz a cuestas, el rebozo o chal de la vieja monja.
Desde entonces y considerado esto como un milagro, un acto inexplicable, las religiosas y los fieles bautizaron a esta imagen como "El Señor del Rebozo" y este cristo estuvo muchos años expuesto a la veneración de los feligreses, hasta la exclaustración de las monjas y cuando el gobierno cedió este hermoso y legendario templo, primero para templo protestante y después para biblioteca.
En el Templo que como se dice y se sabe, daba a la hoy calle de la República Argentina, estaba entrando a la derecha, un Cristo de madera, esculpido por anónimo escultor, uno de tantos imagineros que dejó para siempre su arte religioso sin que se recuerde su nombre. Era un Cristo de mirada triste, de palidez mortal, con grandes llagas sangrantes y una corona de espinas cuyas puntas parecían clavarse en la carne, la madera que asimismo escurría sangre. Daba lástima esta triste figura del Señor colocada a la entrada del templo, con su cuerpo llagado, flácido y apenas cubierto con un trozo de túnica morada.
Tal vez este triste aspecto del Cristo cargando la Cruz fue lo que motivó a una monja que llegó como novicia bajo el nombre de Severa de Gracida y Alvarez y que más tarde adoptara al profesar, el de Sor Severa de Santo Domingo. Pues bien esta monja, cada vez que iba a misa al templo de Santa Catalina, se detenía para murmurar un par de oraciones al Señor cargado con tan pesada cruz al grado de que cada día lo advertía más agobiado, más triste, más sangrante.
Pasaban los años y a medida que la monja Sor Severa de Santo Domingo solía pasar más tiempo ante el Cristo, mayor era su devoción, mayor su pena y más grande la fe que profesaba al hijo de Dios.
Así pasaron los años, treinta y dos para ser más exactos, la monja se hizo vieja, enferma, cansada, pero no por eso declinó en su adoración por el Señor de la Cruz a cuestas, sino que aumentó a tal grado de que lo llamaba desde su celda en donde había caído enferma de enfermedad y de vejez.
Una noche ululaba el viento, se metía por las rendijas, por el portillo sin vidrio ni madera, calaba hasta los huesos viejos y cansados de la monja. El aire azotaba la lluvia y la noche se hacía insoportable.
-!Jesús.. Cristo mío! -gritó la monja con voz casi inaudible, pero llena de dolor, tratando de abandonar su lecho de enferma-, dejádme que cubra vuestro enjuto y aterido cuerpo... venid a mi señor, y mostráos ante esta pecadora que sólo ha sabido amarte y adorarte en religiosa reverencia.
Arreció el vendabal...
Y lo insólito de esta historia ocurrió entonces. Llamaron quedamente a la puerta de la celda de la enferma monja y ésta con muchos trabajos se levantó y abrió, para encontrarse ante la figura triste de un mendigo, casi desnudo, que parecía implorar pan y abrigo.
La monja tomó un mendrugo, un trozo de la hogaza que no había tocado y le ofreció el pan mojado en aceite, agua y sacando de su ropero un chal, un rebozo de lana, cubrió el aterido cuerpo del mendigo.
Terminado de hacer esto, el cuerpo de la monja se estremeció, lanzó un profundo suspiro y falleció.
Al día siguiente hallaron su cuerpo yerto, pero oloroso a santidad, a rosas, con una beatífica sonrisa en su rostro marchitado por los años y la enfermedad.
Y allá en el templo de Santa Catalina de Siena, cubriendo el enjuto y sangrante cuerpo del Señor con la cruz a cuestas, el rebozo o chal de la vieja monja.
Desde entonces y considerado esto como un milagro, un acto inexplicable, las religiosas y los fieles bautizaron a esta imagen como "El Señor del Rebozo" y este cristo estuvo muchos años expuesto a la veneración de los feligreses, hasta la exclaustración de las monjas y cuando el gobierno cedió este hermoso y legendario templo, primero para templo protestante y después para biblioteca.
jueves, 9 de junio de 2011
Gran pantano misterioso de Hockmock
En la ciudad norteamericana de Massachusetts se encuentra Hockomock Swamp, el corazón del conocido como Triángulo de Bridgewater, un lugar donde se cuenta que ha habido muchos acontecimientos paranormales, como el avistamiento de animales misteriosos, espectros, luces fantasmagóricas y encuentros con los denominados Bigfoot.
El llamado Triángulo de Bridgewater abarca varias ciudades en el término de Massachusetts, escenario de acontecimientos paranormales durante siglos. Es un área de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados situados en la parte sureste del estado. En el centro de esta área se halla el Pantano Hockomock, un lugar misterioso. Los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Su nombre significa “lugar donde habitan los espíritus”.
¿Qué verían allí para llamarlo de esa manera?...
Muchas son las referencias que a lo largo de la historia se tienen de avistamientos de animales misteriosos en la zona. Grandes aves, a las que denominan Thunderbirds los nativos americanos, han sido presenciadas por muchas personas, entre ellas agentes de policía de Massachusetts que abandonaron sus puestos de trabajo para siempre.
Parecen resultar aves prehistóricas con una envergadura considerable. También se han visto grandes serpientes en el pantano. En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.
Luces fantasmas también están recogidas como fenómenos paranormales que se han podido ver en Hockomock. Parecen ser bolas de luz que sobrevuelan el pantano cambiando de color, forma, tamaño e intensidad. A menudo han aparecido como respuestas a la acción de algún ser humano que se ha atrevido a adentrarse por aquí.
A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, en las cercanías de Rehoboth. Tras gritar a la luz, ésta de repente creció de diámetro y corrió hacia ellos. La ciudad de Raynham también ha tenido avistamientos de este tipo, cuentan sobre todo que durante todos los meses de enero, sobre las vías de ferrocarril cerca del pueblo.
Criaturas denominadas Bigfoot también han sido vistas en el pantano de Hockomock. En 1970 varias personas vieron un animal peludo de casi 3 metros de altura, que escapó corriendo sobre cuatro patas. En un principio se pensó que era un oso, pero hace miles de años que los osos se extinguieron de esta región. Más tarde, ese mismo año, dos policías sintieron como algo extraño arrancaba la parte trasera de su coche patrulla. Los policías huyeron rápidamente, pero antes pudieron avistar por el espejo retrovisor la gigantesca figura de una criatura misteriosa. También dijeron que parecía un oso, pero posteriores partidas de caza jamás lograron dar con él.
Un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto al monstruo de Hockomock en invierno de 1978. El hombre describió a la criatura como un animal de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. Casi por las mismas fechas, hay otro avistamiento, esta vez de una mujer que vio en su jardín, una noche, una tremenda figura casi de la misma altura, con el pelo oscuro. Dice que sólo le robó algunas calabazas...
Un avistamiento más se produjo en una noche fría de 1980. Un hombre de Bridgewater estaba en su canoa pescando cuando comenzó a percibir la sensación de que estaba siendo vigilado. Al acercarse más a la orilla, pudo oír el ruido de la maleza y unas grandes y pausadas pisadas sobre la hierba. En una entrevista que concedió al Boston Herald relataba que “sabía que algo grande me estaba siguiendo… sabía que no era humano porque, cuando pasó cerca de mí, pude olerlo, y olía como una mofeta, muy sucio”. El pescador nunca llegó a ver ni sentir nada más.
Todas estas observaciones paranormales plantean más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido el pantano de Hockomock como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él…
El llamado Triángulo de Bridgewater abarca varias ciudades en el término de Massachusetts, escenario de acontecimientos paranormales durante siglos. Es un área de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados situados en la parte sureste del estado. En el centro de esta área se halla el Pantano Hockomock, un lugar misterioso. Los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Su nombre significa “lugar donde habitan los espíritus”.
¿Qué verían allí para llamarlo de esa manera?...
Muchas son las referencias que a lo largo de la historia se tienen de avistamientos de animales misteriosos en la zona. Grandes aves, a las que denominan Thunderbirds los nativos americanos, han sido presenciadas por muchas personas, entre ellas agentes de policía de Massachusetts que abandonaron sus puestos de trabajo para siempre.
Parecen resultar aves prehistóricas con una envergadura considerable. También se han visto grandes serpientes en el pantano. En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.
Luces fantasmas también están recogidas como fenómenos paranormales que se han podido ver en Hockomock. Parecen ser bolas de luz que sobrevuelan el pantano cambiando de color, forma, tamaño e intensidad. A menudo han aparecido como respuestas a la acción de algún ser humano que se ha atrevido a adentrarse por aquí.
A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, en las cercanías de Rehoboth. Tras gritar a la luz, ésta de repente creció de diámetro y corrió hacia ellos. La ciudad de Raynham también ha tenido avistamientos de este tipo, cuentan sobre todo que durante todos los meses de enero, sobre las vías de ferrocarril cerca del pueblo.
Criaturas denominadas Bigfoot también han sido vistas en el pantano de Hockomock. En 1970 varias personas vieron un animal peludo de casi 3 metros de altura, que escapó corriendo sobre cuatro patas. En un principio se pensó que era un oso, pero hace miles de años que los osos se extinguieron de esta región. Más tarde, ese mismo año, dos policías sintieron como algo extraño arrancaba la parte trasera de su coche patrulla. Los policías huyeron rápidamente, pero antes pudieron avistar por el espejo retrovisor la gigantesca figura de una criatura misteriosa. También dijeron que parecía un oso, pero posteriores partidas de caza jamás lograron dar con él.
Un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto al monstruo de Hockomock en invierno de 1978. El hombre describió a la criatura como un animal de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. Casi por las mismas fechas, hay otro avistamiento, esta vez de una mujer que vio en su jardín, una noche, una tremenda figura casi de la misma altura, con el pelo oscuro. Dice que sólo le robó algunas calabazas...
Un avistamiento más se produjo en una noche fría de 1980. Un hombre de Bridgewater estaba en su canoa pescando cuando comenzó a percibir la sensación de que estaba siendo vigilado. Al acercarse más a la orilla, pudo oír el ruido de la maleza y unas grandes y pausadas pisadas sobre la hierba. En una entrevista que concedió al Boston Herald relataba que “sabía que algo grande me estaba siguiendo… sabía que no era humano porque, cuando pasó cerca de mí, pude olerlo, y olía como una mofeta, muy sucio”. El pescador nunca llegó a ver ni sentir nada más.
Todas estas observaciones paranormales plantean más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido el pantano de Hockomock como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él…
martes, 31 de mayo de 2011
La foto fantasmagórica
Sienten a veces cómo qué los ojos de las fotos te siguen a dónde vas? Bueno, léan esto.
New York, Estados Unidos, un jovén de 13 años llamado Mark, vivía feliz, era afortunado, y todo eso, Mark tenía su cuarto lleno de sus fotos, para recórdarse lo lindo que era... Un día, su hermano menor Jake (De 11 años) sintió celos hacía Mark, y decidió lo peor: Torturarlo y matarlo. Ideó todo desde un comienzo, y secuestró a Mark. Cuándo estaban en la guarida, por así decirlo, Jake comienza a torturar a su hermano, y, sabiéndo lo que estába logrando, agarro una cámara, y le saco una foto a su hermano, ensangrentado, y agonizante....Luego, decidió matarlo, y lo hizo. Jake, a escondidas, reveló la foto de Mark torturado, y la colgó en su cuarto. A la noche, Jake oye susurros que dicen: Muerto soy más lindo, aunqué no lo debíste hacer... Se levantó resaltado una noche, encendió la luz, y la foto de Mark torturado era diferente: Mark ahora lucía unos ojos rojos, y miraba enojadamente a su hermano, le seguía con la mirada... Jake, corriendo se fue al baño, meditó, abrío una puertilla, saco unas pastillas para calmarse, y en el espejo, con sangre vió:
Jake, Jake... Te estaré siguiendo a dónde vayas...
Pegó un grito tán fuerte, y se fue a su cuarto. Ahora la foto de Mark lo miraba, pero con una sonrisa malévola... Jake, cómo estaba tan asustado, se fue a la segura... Agarró un cuchillo, se lo clavó en el pecho, pero antes, se cortó el rostro y se saco una foto. Ahí siguen, los dos hermanos, en un marco, mirando a todos...
New York, Estados Unidos, un jovén de 13 años llamado Mark, vivía feliz, era afortunado, y todo eso, Mark tenía su cuarto lleno de sus fotos, para recórdarse lo lindo que era... Un día, su hermano menor Jake (De 11 años) sintió celos hacía Mark, y decidió lo peor: Torturarlo y matarlo. Ideó todo desde un comienzo, y secuestró a Mark. Cuándo estaban en la guarida, por así decirlo, Jake comienza a torturar a su hermano, y, sabiéndo lo que estába logrando, agarro una cámara, y le saco una foto a su hermano, ensangrentado, y agonizante....Luego, decidió matarlo, y lo hizo. Jake, a escondidas, reveló la foto de Mark torturado, y la colgó en su cuarto. A la noche, Jake oye susurros que dicen: Muerto soy más lindo, aunqué no lo debíste hacer... Se levantó resaltado una noche, encendió la luz, y la foto de Mark torturado era diferente: Mark ahora lucía unos ojos rojos, y miraba enojadamente a su hermano, le seguía con la mirada... Jake, corriendo se fue al baño, meditó, abrío una puertilla, saco unas pastillas para calmarse, y en el espejo, con sangre vió:
Jake, Jake... Te estaré siguiendo a dónde vayas...
Pegó un grito tán fuerte, y se fue a su cuarto. Ahora la foto de Mark lo miraba, pero con una sonrisa malévola... Jake, cómo estaba tan asustado, se fue a la segura... Agarró un cuchillo, se lo clavó en el pecho, pero antes, se cortó el rostro y se saco una foto. Ahí siguen, los dos hermanos, en un marco, mirando a todos...
martes, 24 de mayo de 2011
Fantasmas en la Casa Blanca
Si hay una casa famosa en el mundo esa es la Casa Blanca, hogar del Primer Mandatario de los Estados Unidos, pues aunque parezca increíble, su fama no sólo es atribuida a sus ilustres moradores, sino a los fantasmas que la visitan. Los "huéspedes fantasmas" más famosos que deambulan por sus habitaciones son el presidente Abraham Lincoln y la ex primera dama Dolly Madison. Ilustres visitantes y empleados aseguran que por las noches el fantasma de Lincoln llama a la puerta de su antigua habitación. Inclusive la hija del ex Presidente Bush, Jenna Bush, ha confesado que por las noches desde su habitación se escuchaba música clásica proveniente del pasillo, en el que no hay absolutamente nada. Y que esto se repitió en varias ocasiones.
lunes, 16 de mayo de 2011
La rubia de Kennedy
Un rumor erizó los pelos y provocó escalofríos en los habitantes de Santiago de Chile en 1979. Y pronto llegó a las páginas de los periodicos nacionales: se aseguraba que una joven y atractiva mujer rubia, vestida con un largo abrigo de piel blanco, hacía dedo a los automovilistas por las noches en Avenida Kennedy, entre Américo Vespucio y Jerónimo de Alderete. Por lo general, se acercaba a los vehículos ocupados por matrimonios y les pedía que les llevara a un supermercado cercano. Cuando accedían, se subía al asiento posterior. Una vez en el interior y cuando los choferes comenzaban a acelerar, les decía con una suave voz: Por favor no corra. Más despacio, más despacio. Luego se desvanecía sin dejar rastro. Y sin que se hubiera detenido el auto ni abierto sus puertas. Incluso varios de ellos eran de sólo dos puertas.
Muchos aseguraron haberla visto. Otros juraron que la habían llevado. Incluso algunos dejaron constancia del hecho en la Comisaría de las Tranqueras y dos taxistas —Miguel Castañer y Carlos Sanhueza concedieron entrevistas en las que revelaban los detalles de su encuentro sobrenatural.
La explicación también se expandió como rumor: un año antes, una mujer, al volver de una comida con su novio, habría muerto en un accidente automovilístico en las esquinas de Avenida Kennedy y Jerónimo de Alderete. El diario La Segunda afirmó entonces que un familiar de ella se había comunicado con el diario para ratificar la veracidad de los hechos. Se dieron datos más precisos: era una mujer llamada
Marta Infante, que trabajaba en la Corporación de la Madera y que murió el 8 de agosto de 1978.
Muchos aseguraron haberla visto. Otros juraron que la habían llevado. Incluso algunos dejaron constancia del hecho en la Comisaría de las Tranqueras y dos taxistas —Miguel Castañer y Carlos Sanhueza concedieron entrevistas en las que revelaban los detalles de su encuentro sobrenatural.
La explicación también se expandió como rumor: un año antes, una mujer, al volver de una comida con su novio, habría muerto en un accidente automovilístico en las esquinas de Avenida Kennedy y Jerónimo de Alderete. El diario La Segunda afirmó entonces que un familiar de ella se había comunicado con el diario para ratificar la veracidad de los hechos. Se dieron datos más precisos: era una mujer llamada
Marta Infante, que trabajaba en la Corporación de la Madera y que murió el 8 de agosto de 1978.
domingo, 8 de mayo de 2011
Toire no Hanako-san
Una estudiante sale de clase, camina por el solitario pasillo y entra en los servicios de chicas. Aunque están vacíos todos la chica comete el error de abrir la cuarta puerta de los servicios. A partir de ese momento ya no está sola, los fantasmales ojos de Hanako-san (más correctamente, “Toire no Hanako-san”) se clavan en ella.
Hanako-san es el fantasma de una adolescente presente en todas las escuelas de Japón, habita en el servicio de las chicas, en el reservado número cuatro. No se le responsabiliza más que de dar buenos sustos a las estudiantes en los momentos menos apropiados. Los hombres que quieran ser asustados por Hanako-san sin arriesgarse a una denuncia por voyeurismo pueden probar con la película.
Hanako-san es el fantasma de una adolescente presente en todas las escuelas de Japón, habita en el servicio de las chicas, en el reservado número cuatro. No se le responsabiliza más que de dar buenos sustos a las estudiantes en los momentos menos apropiados. Los hombres que quieran ser asustados por Hanako-san sin arriesgarse a una denuncia por voyeurismo pueden probar con la película.
jueves, 28 de abril de 2011
El basilisco
Es un animal muy extraño, semejante a un reptil con un solo ojo en la frente redondo y sin párpados. Dice la leyenda que nace de los huevos pequeños y sin yema que ponen algunas gallinas y en algunas regiones se comenta que de los huevos puestos por gallos viejos.
El basilisco puede esconderse en cualquier recoveco de la casa y la persona que lo vea al ojo puede morir de inmediato o quedar ciega. Una forma de combatir a este prodigio es lograr que se observe en un espejo y muera del espanto.
Hay que tener cuidado de destruir los huevos antes de que el animal nazca, pues su gestación dura alrededor de un día.
El basilisco puede esconderse en cualquier recoveco de la casa y la persona que lo vea al ojo puede morir de inmediato o quedar ciega. Una forma de combatir a este prodigio es lograr que se observe en un espejo y muera del espanto.
Hay que tener cuidado de destruir los huevos antes de que el animal nazca, pues su gestación dura alrededor de un día.
domingo, 17 de abril de 2011
La abuela fallecida
Una familia normal y corriente decide, como tantas otras, marcharse de vacaciones en verano a un pequeño pueblecito perdido en la montaña. Para no dejarla sola todo el mes, la familia se lleva a la abuela con ellos, que además desde que se quedó viuda está muy triste y a cer si con los nietos se anima un
poco
Todo transcurre sin problemas durante la mayor parte de la estancia, los niños disfrutando del aire libre, los padres de la tranquilidad y la abuelita de sus paseos a la puesta del sol; pero un mal día, a pocas fechas de la vuelta, la abuela no se levantó de la cama porque la pobre había pasado a mejor vida.
Como enviar un coche funerario a recoger el cadáver a un pueblo perdido de la mano de Dios les iba a salir por un ojo de la cara, porque la finada nunca había querido hacerse un seguro con una funeraria, decidieron buscarse la vida para trasladar a la abuela de
hasta su última morada.
Por supuesto los niños no debían enterarse de nada hasta que no fuera el momento, así que en un principio pensaron en llevar a la pobre mujer en el asiento de detrás y decirles a los hijos que estaba durmiendo. Pero luego pensaron que al enterarse de la noticia, el hecho de haber viajado juento a su abuela fallecida podría provocarles un terrible trauma, así que ni cortos ni perezosos decidieron envolverla en unas mantas, subirla a la baca del coche y llevarla atada con unas cuerdas todo el viaje.
A los niños les contaron que la abuela se había quedado a pasar el resto del verano con unas amigas nuevas que había hecho en el pueblo, así que no sospecharon nada en absoluto. Parecía que todo iba a salir sin mayores complicaciones hasta que tuvieron que parar en una gasolinera para echar gasolina, tomar unos refrescos y vaciar sus vejigas. El caso es que tardaron bastante en regresar al automóvil y se dan cuenta horrorizados de que ¡Les han robado a la abuela! Imaginad la cara de los incautos ladrones que, esperando encontrar el equipaje de la familia repleto de cosas de valor se encuentran con el "regalito". El susto tuvo que ser de los que hacen afición
Por supuesto la policía tuvo que tomar cartas en el asunto, porque la desaparición de un cadáver es un tema serio, y el asunto está ahora mismo en manos ellos.
poco
Todo transcurre sin problemas durante la mayor parte de la estancia, los niños disfrutando del aire libre, los padres de la tranquilidad y la abuelita de sus paseos a la puesta del sol; pero un mal día, a pocas fechas de la vuelta, la abuela no se levantó de la cama porque la pobre había pasado a mejor vida.
Como enviar un coche funerario a recoger el cadáver a un pueblo perdido de la mano de Dios les iba a salir por un ojo de la cara, porque la finada nunca había querido hacerse un seguro con una funeraria, decidieron buscarse la vida para trasladar a la abuela de
hasta su última morada.
Por supuesto los niños no debían enterarse de nada hasta que no fuera el momento, así que en un principio pensaron en llevar a la pobre mujer en el asiento de detrás y decirles a los hijos que estaba durmiendo. Pero luego pensaron que al enterarse de la noticia, el hecho de haber viajado juento a su abuela fallecida podría provocarles un terrible trauma, así que ni cortos ni perezosos decidieron envolverla en unas mantas, subirla a la baca del coche y llevarla atada con unas cuerdas todo el viaje.
A los niños les contaron que la abuela se había quedado a pasar el resto del verano con unas amigas nuevas que había hecho en el pueblo, así que no sospecharon nada en absoluto. Parecía que todo iba a salir sin mayores complicaciones hasta que tuvieron que parar en una gasolinera para echar gasolina, tomar unos refrescos y vaciar sus vejigas. El caso es que tardaron bastante en regresar al automóvil y se dan cuenta horrorizados de que ¡Les han robado a la abuela! Imaginad la cara de los incautos ladrones que, esperando encontrar el equipaje de la familia repleto de cosas de valor se encuentran con el "regalito". El susto tuvo que ser de los que hacen afición
Por supuesto la policía tuvo que tomar cartas en el asunto, porque la desaparición de un cadáver es un tema serio, y el asunto está ahora mismo en manos ellos.
viernes, 8 de abril de 2011
Leyenda de Juan de Ruiz
Leyenda de la epoca colonial
Existe una peña por el camino a Tlamacas donde según nos cuenta esta leyenda se aparece el demonio.
Se dice que hasta ahí se llegó un hombre pobre llamado Juan Ruiz y que hizo un pacto con el demonio firmándolo con su propia sangre. Después de este hecho, se dice que lo visitaba en su casa un hombre muy elegante y que se escuchaba como si descargara dinero. De ahí, Juan Ruiz se hizo rico. Al pasar el tiempo, él empezó a comportarse muy extraño e inquieto. Sus familiares, alarmados, lograron que confesara los motivos de su inquietud, él les dijo entonces que pagaría con su alma el pacto con el demonio. Pero lo más alarmante era que también parte de su familia entraba en el pacto. Poco después Juan Ruiz huyó al monte, sus familiares y vecinos se lanzaron en su búsqueda, armados de ceras, palmas y agua bendita. Casi lo alcanzaron cuando aún se hallaba muy lejos de la peña maldita, pero se dice que cuando estaban cerca de lograrlo, se apareció una nube negra y al desaparecer ésta, él ya iba muy lejos nuevamente.
Siguiendo sus huellas, descubrieron con mucho temor que una de sus pisadas era humana y que la otra era de un macho cabrío. Después encontraron uno de sus huaraches, y al llegar a la cueva de la peña encontraron el otro; las pisadas que hallaron eran totalmente de bestia. En la peña, a la entrada de la cueva, había un letrero escrito con sangre que decía: "aquí en esta cueva se da de alta Juan Ruiz". La gente regresó al pueblo ya que nada pudieron hacer .
Con el paso del tiempo, la familia de Juan Ruiz volvió a quedar muy pobre.
Un día, en el Río de la Verdura, a la altura de la calle Xicoténcatl, el puente, de los cuales dos eran de Juan Ruiz. De manera inexplicable la corriente se llevó únicamente a los dos niños de Juan. Dos cuadras adelante lograron rescatar a uno de ellos y al otro lo rescataron hasta el pueblo vecino, donde se ensancha el río.
Nos dice la leyenda que muchos descendientes de Juan Ruiz han muerto en forma trágica. Los lugareños dicen que debido al pacto que él hizo con el, demonio.
Existe una peña por el camino a Tlamacas donde según nos cuenta esta leyenda se aparece el demonio.
Se dice que hasta ahí se llegó un hombre pobre llamado Juan Ruiz y que hizo un pacto con el demonio firmándolo con su propia sangre. Después de este hecho, se dice que lo visitaba en su casa un hombre muy elegante y que se escuchaba como si descargara dinero. De ahí, Juan Ruiz se hizo rico. Al pasar el tiempo, él empezó a comportarse muy extraño e inquieto. Sus familiares, alarmados, lograron que confesara los motivos de su inquietud, él les dijo entonces que pagaría con su alma el pacto con el demonio. Pero lo más alarmante era que también parte de su familia entraba en el pacto. Poco después Juan Ruiz huyó al monte, sus familiares y vecinos se lanzaron en su búsqueda, armados de ceras, palmas y agua bendita. Casi lo alcanzaron cuando aún se hallaba muy lejos de la peña maldita, pero se dice que cuando estaban cerca de lograrlo, se apareció una nube negra y al desaparecer ésta, él ya iba muy lejos nuevamente.
Siguiendo sus huellas, descubrieron con mucho temor que una de sus pisadas era humana y que la otra era de un macho cabrío. Después encontraron uno de sus huaraches, y al llegar a la cueva de la peña encontraron el otro; las pisadas que hallaron eran totalmente de bestia. En la peña, a la entrada de la cueva, había un letrero escrito con sangre que decía: "aquí en esta cueva se da de alta Juan Ruiz". La gente regresó al pueblo ya que nada pudieron hacer .
Con el paso del tiempo, la familia de Juan Ruiz volvió a quedar muy pobre.
Un día, en el Río de la Verdura, a la altura de la calle Xicoténcatl, el puente, de los cuales dos eran de Juan Ruiz. De manera inexplicable la corriente se llevó únicamente a los dos niños de Juan. Dos cuadras adelante lograron rescatar a uno de ellos y al otro lo rescataron hasta el pueblo vecino, donde se ensancha el río.
Nos dice la leyenda que muchos descendientes de Juan Ruiz han muerto en forma trágica. Los lugareños dicen que debido al pacto que él hizo con el, demonio.
jueves, 31 de marzo de 2011
El último cliente
Un taxista regresa de llevar a un pasajero por una solitaria carretera de montaña, para su sorpresa encuentra un nuevo cliente en el arcén de la carretera. El hombre se acomoda en el asiento de atrás del taxi y da una dirección, aunque el lugar es desconocido para el taxista el pasajero se compromete a guiarlo para llegar a su destino.
Atraviesan pequeños pueblos, pasan por caminos olvidados y poco a poco el taxista comienza a inquietarse. Tras un buen rato de conducción se gira hacia atrás y pregunta al pasajero dónde se encuentran. Al hacerlo se sorprende por última vez al ver que el pasajero ha desaparecido, sin embargo se solventan sus dudas sobre donde está: al borde del precipicio a punto de dejar que sea la gravedad quien marque velocidad y recorrido.
Atraviesan pequeños pueblos, pasan por caminos olvidados y poco a poco el taxista comienza a inquietarse. Tras un buen rato de conducción se gira hacia atrás y pregunta al pasajero dónde se encuentran. Al hacerlo se sorprende por última vez al ver que el pasajero ha desaparecido, sin embargo se solventan sus dudas sobre donde está: al borde del precipicio a punto de dejar que sea la gravedad quien marque velocidad y recorrido.
jueves, 24 de marzo de 2011
Leyenda de Chiapas
Esta leyenda a recorrido muchos años espantando y empieza en el pueblo de Tiltepec Chiapas donde una mujer de nombre desconocido iba a casarse con un hombre también de nombre de conocido.
Eran muy felices en su noviazgo pero justo antes de casarse la mujer descubrió a su querido y amado en la cama con su mejor amiga. Entonces cogió un palo y los mató a los dos a puros golpes quien sabe cómo. Cuando llegó el día de la boda, todos se burlaron de ella porque no tenía con quien casarse.
Ella se suicidó, pero una maldición cayó y los que se burlaron de ella murieron y serían atormentados para toda la eternidad.
Desde ese entonces en la iglesia del pueblo se oye desde las 9 de la noche hasta las 3 de la madrugada -¡vivan los novios!- y suenan las campanas aterrorizando a todos...
Si uno escucha el sonido de las campanas y sale a la calle es comvertido en un espectro mas....
Si uno escuche el sonido de las campanas y sale a la calle
es convertido en un espectro mas....
Eran muy felices en su noviazgo pero justo antes de casarse la mujer descubrió a su querido y amado en la cama con su mejor amiga. Entonces cogió un palo y los mató a los dos a puros golpes quien sabe cómo. Cuando llegó el día de la boda, todos se burlaron de ella porque no tenía con quien casarse.
Ella se suicidó, pero una maldición cayó y los que se burlaron de ella murieron y serían atormentados para toda la eternidad.
Desde ese entonces en la iglesia del pueblo se oye desde las 9 de la noche hasta las 3 de la madrugada -¡vivan los novios!- y suenan las campanas aterrorizando a todos...
Si uno escucha el sonido de las campanas y sale a la calle es comvertido en un espectro mas....
Si uno escuche el sonido de las campanas y sale a la calle
es convertido en un espectro mas....
miércoles, 16 de marzo de 2011
El lago prestado
Un joven jefe cortejaba a la hija de otro jefe, cuyo fuerte se hallaba situado en el linde de Loch Ennel en Westmeath.
La damisela era bastante altanera y melindrosa, y le dijo claramente que no aceptaría asumir la condición de dueña de casa mientras no pudiera ver desde su ventana un lago tan hermoso como el que se divisaba frente a la casa de su padre.
Esto era asunto engorroso. El valle era adecuado, pero las laderas de las colinas estaban cubiertas de casitas y el arroyuelo que serpenteaba allá en el fondo tardaría quizá muchísimos años en llenar el valle, una vez terminada la represa, para cuya construcción se necesitaría una docena de años.
El galán sería viejo ya en esa época. Su madre adoptiva, una hechicera (esto ocurría en los tiempos de los Danaans), al verlo tirarse del cabello perplejo en un par de ocasiones, lo indujo a desahogarse y le ordenó que respetara hasta el día siguiente sus sueltos bucles. Luego, la hechicera se dirigió con el medio corriente de transporte de las hechiceras, a la cabaña de una hermana Firbolg en el mágico arte, situada sobre la margen occidental del Shannon. Esta cabaña estaba cómodamente ubicada sobre el filo de una colina, dando sobre un agradable lago, y la mujer Danaan fue hospitalariamente agasajada por la mujer Firbolg.
Después de su sencillo refrigerio, la visitante reveló el motivo de su viaje y le suplicó a su sabia amiga que le prestara su lago hasta el día de la luna siguiente, añadiendo engañosamente entre dientes "después de la semana de eternidad".
Un lago era algo difícil de conseguir, pero finalmente lo obtuvo y se lo llevó triunfalmente debajo de la capa al valle de Leinster.
La gente que vivía en las laderas de las colinas despertó esa noche de su sueño al oír el estruendo, digámoslo así, de diez mil cascadas. Todos huyeron hacia las tierras altas y fueron hospitalariamente resguardados por los edificios del fuerte, y al alborear de la mañana siguiente, millares de asombrados ojos contemplaron la plácida sabana de agua que cubría sus moradas del día anterior.
Así fue conquistada la altanera novia.
La descarriada mujer del Connacht esperó hasta el día de la segunda luna, irritadísima ante el fangoso lecho que exhibía el fondo de su lago bajo la influencia de un sol ardiente y sin aparentes perspectivas de que le devolvieran con gratitud las aguas. Hasta una mujer sabia puede perder la paciencia. Ésta voló presurosamente a la casa de su embaucadora colega en brujerías, cabalgando sobre su escoba y fue recibida con fingida alegría. -No hay tiempo para cumplidos, comadre -le dijo-. Ha llegado el día de la luna siguiente y hasta el de la luna subsiguiente, y en vez de mi agradable lago, sólo veo rocas, barro y pescado podrido. Devuélveme mi lago, te digo. -¡Ay, querida hermana! La ira te ha quitado la memoria. Te prometí devolverte tu hermoso pedazo de agua el día de la luna siguiente a la semana de eternidad, no antes; reclámala cuando venza el plazo.
La ira de la bruja traicionada no tuvo límites, pero carecía de recurso alguno, debido a la traicionera reserva de la astuta Danaan.
El resultado fue trágico para la mayor parte de los interesados; pero la incorporación de Loch Owel a las gratas llanuras de Meath es todo lo que nos interesa por ahora.
La damisela era bastante altanera y melindrosa, y le dijo claramente que no aceptaría asumir la condición de dueña de casa mientras no pudiera ver desde su ventana un lago tan hermoso como el que se divisaba frente a la casa de su padre.
Esto era asunto engorroso. El valle era adecuado, pero las laderas de las colinas estaban cubiertas de casitas y el arroyuelo que serpenteaba allá en el fondo tardaría quizá muchísimos años en llenar el valle, una vez terminada la represa, para cuya construcción se necesitaría una docena de años.
El galán sería viejo ya en esa época. Su madre adoptiva, una hechicera (esto ocurría en los tiempos de los Danaans), al verlo tirarse del cabello perplejo en un par de ocasiones, lo indujo a desahogarse y le ordenó que respetara hasta el día siguiente sus sueltos bucles. Luego, la hechicera se dirigió con el medio corriente de transporte de las hechiceras, a la cabaña de una hermana Firbolg en el mágico arte, situada sobre la margen occidental del Shannon. Esta cabaña estaba cómodamente ubicada sobre el filo de una colina, dando sobre un agradable lago, y la mujer Danaan fue hospitalariamente agasajada por la mujer Firbolg.
Después de su sencillo refrigerio, la visitante reveló el motivo de su viaje y le suplicó a su sabia amiga que le prestara su lago hasta el día de la luna siguiente, añadiendo engañosamente entre dientes "después de la semana de eternidad".
Un lago era algo difícil de conseguir, pero finalmente lo obtuvo y se lo llevó triunfalmente debajo de la capa al valle de Leinster.
La gente que vivía en las laderas de las colinas despertó esa noche de su sueño al oír el estruendo, digámoslo así, de diez mil cascadas. Todos huyeron hacia las tierras altas y fueron hospitalariamente resguardados por los edificios del fuerte, y al alborear de la mañana siguiente, millares de asombrados ojos contemplaron la plácida sabana de agua que cubría sus moradas del día anterior.
Así fue conquistada la altanera novia.
La descarriada mujer del Connacht esperó hasta el día de la segunda luna, irritadísima ante el fangoso lecho que exhibía el fondo de su lago bajo la influencia de un sol ardiente y sin aparentes perspectivas de que le devolvieran con gratitud las aguas. Hasta una mujer sabia puede perder la paciencia. Ésta voló presurosamente a la casa de su embaucadora colega en brujerías, cabalgando sobre su escoba y fue recibida con fingida alegría. -No hay tiempo para cumplidos, comadre -le dijo-. Ha llegado el día de la luna siguiente y hasta el de la luna subsiguiente, y en vez de mi agradable lago, sólo veo rocas, barro y pescado podrido. Devuélveme mi lago, te digo. -¡Ay, querida hermana! La ira te ha quitado la memoria. Te prometí devolverte tu hermoso pedazo de agua el día de la luna siguiente a la semana de eternidad, no antes; reclámala cuando venza el plazo.
La ira de la bruja traicionada no tuvo límites, pero carecía de recurso alguno, debido a la traicionera reserva de la astuta Danaan.
El resultado fue trágico para la mayor parte de los interesados; pero la incorporación de Loch Owel a las gratas llanuras de Meath es todo lo que nos interesa por ahora.
martes, 8 de marzo de 2011
El lago Nahuel Huapi
Una india llamada Maitén, de incomparable belleza, había despertado el amor de dos indios pehuenches (hombres del pinar, en araucano).
Cuando ambos le manifestaron su amor, ella les confesó que se hallaba prometida a Coyán, indígena de su propia toldería. No contentos con ello, y dispuestos a luchar por su amor, allegáronse en consulta hasta el toldo de una india adivina.
De resultas de sus deliberaciones, y a los pocos días, Maitén fue adormecida por aquélla y arrojada en una pequeña embarcación a las azuladas aguas Nahuel Huapi, en la que moraba el espíritu que había de decidir a quién de los dos pertenecía el corazón de la joven.
Contra lo esperado, el genio del lago levantó bramando todo el caudal, abriendo un lecho en la tierra rocosa por donde se deslizó pura y diáfana el agua, y la embarcación, a la que se aferraba desesperadamente el fiel Coyán, comenzó a alejarse llevada por la corriente. "Poco después ambos eran transformados en dos macá plateados (aves acuáticas) para que continuaran su vida eternamente unidos y, desde entonces, aseguran los indios que al caer la tarde se veía llegar una pareja de aves que se posaban breve tiempo sobre las ondas del Nahuel Huapi y luego tendían nuevamente el vuelo hacía las alturas. Eran Maitén y Coyán, que venían a testimoniar su gratitud al genio del lago por la dicha que les brindaba".
Fin
Cuando ambos le manifestaron su amor, ella les confesó que se hallaba prometida a Coyán, indígena de su propia toldería. No contentos con ello, y dispuestos a luchar por su amor, allegáronse en consulta hasta el toldo de una india adivina.
De resultas de sus deliberaciones, y a los pocos días, Maitén fue adormecida por aquélla y arrojada en una pequeña embarcación a las azuladas aguas Nahuel Huapi, en la que moraba el espíritu que había de decidir a quién de los dos pertenecía el corazón de la joven.
Contra lo esperado, el genio del lago levantó bramando todo el caudal, abriendo un lecho en la tierra rocosa por donde se deslizó pura y diáfana el agua, y la embarcación, a la que se aferraba desesperadamente el fiel Coyán, comenzó a alejarse llevada por la corriente. "Poco después ambos eran transformados en dos macá plateados (aves acuáticas) para que continuaran su vida eternamente unidos y, desde entonces, aseguran los indios que al caer la tarde se veía llegar una pareja de aves que se posaban breve tiempo sobre las ondas del Nahuel Huapi y luego tendían nuevamente el vuelo hacía las alturas. Eran Maitén y Coyán, que venían a testimoniar su gratitud al genio del lago por la dicha que les brindaba".
Fin
miércoles, 23 de febrero de 2011
El fantasma de la Basílica de Guadalupe
Algunas personas que visitan la moderna Basílica de Guadalupe en las noches o mendigos que duermen en sus escalinatas cuentan haber visto a una mujer saliendo de la antigua Basílica de Guadalupe, portando una vela que sigue encendida a pesar de la lluvia o del viento, y caminando hasta la moderna Basílica donde entra atravesando las paredes.
Algunos por curiosidad han entrado a la Basílica y la han visto dejar la vela en ofrenda, rezar y después desaparecer. Se rumora que es un alma en pena que cumple una manda que no cumplió.
Algunos por curiosidad han entrado a la Basílica y la han visto dejar la vela en ofrenda, rezar y después desaparecer. Se rumora que es un alma en pena que cumple una manda que no cumplió.
martes, 15 de febrero de 2011
El ángel de los niños
efiere una antigua leyenda que un niño que todavía no había nacido, le dijo un día a Dios:
-Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré allá tan pequeño y tan débil como soy?
-Entre los muchos ángeles escogí uno que te esperará- le contestó Dios.
-Pero dime Dios, acá en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?
-Yo enviaré un ángel para que cante y sonría para ti todos los días. Y te sentirás feliz con sus canciones y sonrisas.
-¿Y cómo entenderé cuando me hablen si no conozco el extraño idioma de los hombres?
-Un ángel te hablará las palabras más dulces y más tiernas que escuchan los humanos. Él te enseñará.
-¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?
-Un ángel juntará tus manitas y te enseñará una oración.
-Señor, he oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
-Un ángel te defenderá aunque le cueste la vida.
-Señor-le dijo el niño- pero estaré siempre triste porque no te veré más, me sentiré muy solo.
-Un ángel te hablará siempre de mí y te mostrará el camino para un día volver a mi Presencia.
En ese instante una inmensa paz reinaba en el cielo, no se escuchaban voces terrestres. El niño repetía suavemente: Señor, dime el nombre del ángel. Señor, dime el nombre del ángel..Quiero saber su nombre.
-El Señor contestó: se llama: Mamá.
-Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré allá tan pequeño y tan débil como soy?
-Entre los muchos ángeles escogí uno que te esperará- le contestó Dios.
-Pero dime Dios, acá en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?
-Yo enviaré un ángel para que cante y sonría para ti todos los días. Y te sentirás feliz con sus canciones y sonrisas.
-¿Y cómo entenderé cuando me hablen si no conozco el extraño idioma de los hombres?
-Un ángel te hablará las palabras más dulces y más tiernas que escuchan los humanos. Él te enseñará.
-¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?
-Un ángel juntará tus manitas y te enseñará una oración.
-Señor, he oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
-Un ángel te defenderá aunque le cueste la vida.
-Señor-le dijo el niño- pero estaré siempre triste porque no te veré más, me sentiré muy solo.
-Un ángel te hablará siempre de mí y te mostrará el camino para un día volver a mi Presencia.
En ese instante una inmensa paz reinaba en el cielo, no se escuchaban voces terrestres. El niño repetía suavemente: Señor, dime el nombre del ángel. Señor, dime el nombre del ángel..Quiero saber su nombre.
-El Señor contestó: se llama: Mamá.
lunes, 7 de febrero de 2011
Sara Jennifer
Esta historia pasó hace muchos años en un lugar alejado de la ciudad, en un pueblo de Nueva Jersey (EEUU)... No se sabe si lo que pasó fue verdad o si es sólo una leyenda; pero los inquilinos que ahora viven en la casa donde ocurrió la desgracia dicen que a veces por las noches oyen los gritos de una chica y los llantos de otra chica, de voz parecida a la de la primera, pero más bonita y clara, como si fueran las voces de dos hermanas adolescentes.Bueno; el caso es que, hace 40 ó 50 años atrás, en una casa grande de un pueblo de Nueva Jersey, vivía un feliz matrimonio con dos hijas de la misma edad, Sarah y Jeniffer, unas adolescentes de 16 y 17 años (Jeniffer era la mayor).
Era una familia que lo tenía todo; amor, bastante dinero... los padres creían que eran la familia perfecta, pero ignoraban algo respecto a sus hijas: el gran odio que Sarah sentía hacia Jeniffer. Le tenía una gran envidia a su hermana; ya que era más guapa, más alta, tenía más suerte con los chicos, era admirada por todos, tenía una voz más bonita, era la más popular, era la mayor de ellas dos... pero había algo que Sarah envidiaba muchísimo a Jeniffer, mucho más que cualquier otra cosa: sus ojos. Jeniffer no era vanidosa ni soberbia, pero no podía evitar decir que sus ojos eran su mayor orgullo, estaba orgullosísima de ellos, no paraba de alucinar con sus ojos, y es que eran perfectos: de un azul claro precioso, brillantes... y todos la admiraban por eso, todo el mundo le comentaba que tenía unos ojos preciosos.
El caso es que una tarde Sarah se quedó pensando en su cuarto sobre cómo podría destruir a su hermana Jeniffer, ya que la odiaba mucho, y se le ocurrió una idea bastante cruel y sanguinaria, aunque no era raro porque Sarah estaba volviéndose loca y enferma mental. Su principal objetivo era hacer que los ojos de Jeniffer dejaran de molestarla con su belleza, y que de paso Jeniffer dejara de ser la mejor en todo. Mientras Sarah se quedó en la casa preparando y materializando su plan, Jeniffer estaba dando una vuelta con las amigas por la ciudad, y los padres se habían ido al cine y al teatro, así que fue la ocasión perfecta para trazar su plan sin que nadie la viera.
Pasaron las horas, pasaron y pasaron, y se hizo de noche. Eran las 10:00. Jeniffer estaba yendo hacia su casa. Venía muy contenta y sonriente. Entró muy rápido en su casa sin mirar a su alrededor. Fue a su cuarto y se encontró con su cuadro de comunión roto y tirado en el suelo. Después empezó a recibir unas llamadas. Era alguien amenazándola con arrancarle los ojos y con destripar a su club de fans. La voz le resultaba conocida. Jeniffer se estaba asustando muchísimo, y también oía gritos fuera de la casa. Era Sarah, que lo hacía para asustarla más.
Diez minutos después, Jeniffer salió de la casa, y, nada más salir, se detuvo. Su boca se secó. Su corazón se paró. Se quedó de piedra con lo que vió. Lo que había visto era tan enormemente horrrible, tan orroroso, que se arrancó los ojos para no ver más. Era su propia hermana ahorcada de un árbol con tres puñaladas en el vientre y mirándola directamente a los ojos. Las ideas de la desquiciada Sarah habían quedado muy claras, y su venganza se había cumplido. Estuvo dispuesta a morir a cambio de que Jeniffer perdiera su felicidad, y, sobre todo, su mayor tesoro: sus ojos.
Era una familia que lo tenía todo; amor, bastante dinero... los padres creían que eran la familia perfecta, pero ignoraban algo respecto a sus hijas: el gran odio que Sarah sentía hacia Jeniffer. Le tenía una gran envidia a su hermana; ya que era más guapa, más alta, tenía más suerte con los chicos, era admirada por todos, tenía una voz más bonita, era la más popular, era la mayor de ellas dos... pero había algo que Sarah envidiaba muchísimo a Jeniffer, mucho más que cualquier otra cosa: sus ojos. Jeniffer no era vanidosa ni soberbia, pero no podía evitar decir que sus ojos eran su mayor orgullo, estaba orgullosísima de ellos, no paraba de alucinar con sus ojos, y es que eran perfectos: de un azul claro precioso, brillantes... y todos la admiraban por eso, todo el mundo le comentaba que tenía unos ojos preciosos.
El caso es que una tarde Sarah se quedó pensando en su cuarto sobre cómo podría destruir a su hermana Jeniffer, ya que la odiaba mucho, y se le ocurrió una idea bastante cruel y sanguinaria, aunque no era raro porque Sarah estaba volviéndose loca y enferma mental. Su principal objetivo era hacer que los ojos de Jeniffer dejaran de molestarla con su belleza, y que de paso Jeniffer dejara de ser la mejor en todo. Mientras Sarah se quedó en la casa preparando y materializando su plan, Jeniffer estaba dando una vuelta con las amigas por la ciudad, y los padres se habían ido al cine y al teatro, así que fue la ocasión perfecta para trazar su plan sin que nadie la viera.
Pasaron las horas, pasaron y pasaron, y se hizo de noche. Eran las 10:00. Jeniffer estaba yendo hacia su casa. Venía muy contenta y sonriente. Entró muy rápido en su casa sin mirar a su alrededor. Fue a su cuarto y se encontró con su cuadro de comunión roto y tirado en el suelo. Después empezó a recibir unas llamadas. Era alguien amenazándola con arrancarle los ojos y con destripar a su club de fans. La voz le resultaba conocida. Jeniffer se estaba asustando muchísimo, y también oía gritos fuera de la casa. Era Sarah, que lo hacía para asustarla más.
Diez minutos después, Jeniffer salió de la casa, y, nada más salir, se detuvo. Su boca se secó. Su corazón se paró. Se quedó de piedra con lo que vió. Lo que había visto era tan enormemente horrrible, tan orroroso, que se arrancó los ojos para no ver más. Era su propia hermana ahorcada de un árbol con tres puñaladas en el vientre y mirándola directamente a los ojos. Las ideas de la desquiciada Sarah habían quedado muy claras, y su venganza se había cumplido. Estuvo dispuesta a morir a cambio de que Jeniffer perdiera su felicidad, y, sobre todo, su mayor tesoro: sus ojos.
sábado, 29 de enero de 2011
El Amor, el Individuo y la Pareja
Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux que, una vez, hasta la tienda del viejo brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
- Nos amamos -empezó el joven.
- Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... salgan ahora.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- Volaban alto? -preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Cómo lo pediste... ¿y ahora? -preguntó el joven- ¿lo mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No -dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne -propuso la joven.
- No -repitió el viejo-. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y atenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, "vuelen juntos pero jamás atados".
- Nos amamos -empezó el joven.
- Y nos vamos a casar -dijo ella.
- Y nos queremos tanto que tenemos miedo.
- Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán.
- Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
- Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
- Por favor -repitieron-, ¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.
- Hay algo... -dijo el viejo después de una larga pausa-. Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada.
- No importa -dijeron los dos.
- Lo que sea -ratificó Toro Bravo.
- Bien -dijo el brujo-, Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
- Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta... salgan ahora.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur... El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
- Volaban alto? -preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Cómo lo pediste... ¿y ahora? -preguntó el joven- ¿lo mataremos y beberemos el honor de su sangre?
- No -dijo el viejo.
- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne -propuso la joven.
- No -repitió el viejo-. Hagan lo que les digo. Tomen las aves y atenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero... Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.
- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, "vuelen juntos pero jamás atados".
lunes, 24 de enero de 2011
La ciudad de los Césares
Existiría en el sur de Chile, en un lugar de la Cordillera de los Andes que nadie puede precisar, una ciudad encantada, fantástica, de extraordinaria magnificencia. Estaría construida a orillas de un misterioso lago, rodeada de murallas y fosos, entre dos cerros, uno de diamante y otro de oro. Posee suntuosos templos, innumerables avenidas, palacios de gobierno, fortificaciones, torres y puentes levadizos. Las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, lo mismo que el pavimento de la ciudad, son de oro y plata macizos. Una gran cruz de oro corona la torre de la iglesia. La campana que ésta posee es de tales dimensiones, que debajo de ella podrían instalarse cómodamente dos mesas de zapatería con todos sus útiles y herramientas. Si esa campana llegara a tocarse, su tañido se oiría en todo el mundo. Existe también allí un mapuchal (tabacal de la tierra) que no se agota jamás.
Sus habitantes son de alta estatura, blancos y barbados; visten capa y sombrero con pluma, de anchas alas, y usan armas de bruñida plata.
Los habitantes que la pueblan son los mismos que la edificaron hace ya muchos siglos, pues en la Ciudad de los Césares nadie nace ni muere. Nada puede igualar a la felicidad de sus habitantes. Los que allí llegan pierden la memoria de lo que fueron, mientras permanecen en ella, y si un día la dejan, se olvidan de lo que han visto.
No es dado a ningún viajero descubrirla, "aun cuando la ande pisando". Una niebla espesa se interpone siempre entre ella y el viajero, y la corriente de los ríos que la bañan, aleja las embarcaciones que se aproximan demasiado.
Para asegurar mejor el secreto de la ciudad, no se construye allí lanchas, ni buques, ni ninguna clase de embarcación.
Algunas personas aseguran que el día Viernes Santo se puede ver, desde lejos, cómo brillan las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, de oro y plata macizos. Según la leyenda, sólo al fin del mundo se hará visible la fantástica ciudad; se desencantará, por lo cual nadie debe tratar de romper su secreto.
Sus habitantes son de alta estatura, blancos y barbados; visten capa y sombrero con pluma, de anchas alas, y usan armas de bruñida plata.
Los habitantes que la pueblan son los mismos que la edificaron hace ya muchos siglos, pues en la Ciudad de los Césares nadie nace ni muere. Nada puede igualar a la felicidad de sus habitantes. Los que allí llegan pierden la memoria de lo que fueron, mientras permanecen en ella, y si un día la dejan, se olvidan de lo que han visto.
No es dado a ningún viajero descubrirla, "aun cuando la ande pisando". Una niebla espesa se interpone siempre entre ella y el viajero, y la corriente de los ríos que la bañan, aleja las embarcaciones que se aproximan demasiado.
Para asegurar mejor el secreto de la ciudad, no se construye allí lanchas, ni buques, ni ninguna clase de embarcación.
Algunas personas aseguran que el día Viernes Santo se puede ver, desde lejos, cómo brillan las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, de oro y plata macizos. Según la leyenda, sólo al fin del mundo se hará visible la fantástica ciudad; se desencantará, por lo cual nadie debe tratar de romper su secreto.
domingo, 16 de enero de 2011
La xana Galinda
Cuenta una leyenda que, por los años 790 a 800 de nuestra era, reinaba en la monarquía asturiana Mauregato; quien gobernó entre el 783 y el 788 d.C. Los reyes sucesores de Alfonso I, fundador del reino Astur, tuvieron que soportar la presión de los musulmanes. Mauregato, ante la presión musulmana, se comprometió a entregarles cien doncellas cada año; siempre las más bellas del lugar, a cambio de vivir en paz.
Una vez al año, los soldados del rey elegían a las jóvenes más hermosas y se las llevaban a la fuerza. Cuando llegaron al pueblo de Illés, encontraron a una bella niña, Galinda, quien huyó cuando vio que se acercaban los soldados. Atemorizada, se acercó a una fuente, intentando esconderse de ellos. De pronto, escuchó una voz; como un susurro que le decía: “Si quieres ser mi xana, vivirás días dichosos”. “¿Y qué debo hacer para ello?”, dijo la joven. “Bebe un sorbo de mis aguas y te encontrarás libre de peligro.” La muchacha obedeció y observaba cómo los soldados la buscaban por todos lados hasta que se cansaron y regresaron a casa.
A la mañana siguiente, los soldados, buscándola sin cesar, próximos a la fuente, vieron cómo Galinda se había transformado en una hermosa xana; aún más hermosa que antes y también miraban cómo peinaba sus cabellos en el borde de la fuente. Los soldados se lanzaron sobre ella pero, al instante, sólo con su mirada, los convirtió en corderos.
El rey, preocupado, salió en busca de sus soldados y se encontró con la xana. “¿Dónde están mis soldados?”, le gritó. “¿Qué soldados? ¿Te refieres a esos corderos?” El rey se volvió, y comprobó cómo los soldados que le seguían también se habían convertido en corderos. Atemorizado por el poder de la xana, le suplicaba que dejara libres a sus soldados; que cumpliría lo que ella le mandara. “Yo libero a tus soldados y, a cambio, tú romperás tu trato con los moros y nunca más entregarás a una joven asturiana. Si no lo haces así, cada vez que un soldado toque a una asturiana se convertirá en cordero; aunque te quedes sin hombres.”
El rey accedió arrepentido, rompió su pacto con los musulmanes y comprobó como el rebaño de corderos se convertía de nuevo en sus obedientes soldados. Nunca más los asturianos volvieron a temer que los soldados se llevaran a sus hijas, porque las protegía la xana de la fuente.
Una vez al año, los soldados del rey elegían a las jóvenes más hermosas y se las llevaban a la fuerza. Cuando llegaron al pueblo de Illés, encontraron a una bella niña, Galinda, quien huyó cuando vio que se acercaban los soldados. Atemorizada, se acercó a una fuente, intentando esconderse de ellos. De pronto, escuchó una voz; como un susurro que le decía: “Si quieres ser mi xana, vivirás días dichosos”. “¿Y qué debo hacer para ello?”, dijo la joven. “Bebe un sorbo de mis aguas y te encontrarás libre de peligro.” La muchacha obedeció y observaba cómo los soldados la buscaban por todos lados hasta que se cansaron y regresaron a casa.
A la mañana siguiente, los soldados, buscándola sin cesar, próximos a la fuente, vieron cómo Galinda se había transformado en una hermosa xana; aún más hermosa que antes y también miraban cómo peinaba sus cabellos en el borde de la fuente. Los soldados se lanzaron sobre ella pero, al instante, sólo con su mirada, los convirtió en corderos.
El rey, preocupado, salió en busca de sus soldados y se encontró con la xana. “¿Dónde están mis soldados?”, le gritó. “¿Qué soldados? ¿Te refieres a esos corderos?” El rey se volvió, y comprobó cómo los soldados que le seguían también se habían convertido en corderos. Atemorizado por el poder de la xana, le suplicaba que dejara libres a sus soldados; que cumpliría lo que ella le mandara. “Yo libero a tus soldados y, a cambio, tú romperás tu trato con los moros y nunca más entregarás a una joven asturiana. Si no lo haces así, cada vez que un soldado toque a una asturiana se convertirá en cordero; aunque te quedes sin hombres.”
El rey accedió arrepentido, rompió su pacto con los musulmanes y comprobó como el rebaño de corderos se convertía de nuevo en sus obedientes soldados. Nunca más los asturianos volvieron a temer que los soldados se llevaran a sus hijas, porque las protegía la xana de la fuente.
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