Cuenta la leyenda que había en un castillo un joven príncipe que era muy holgazán, solo quería jugar, sus padres los reyes intentaron de todo para convencerlo en hacerse cargo de sus responsabilidades pero este joven berrinchudo no hacía caso, una de las noches que se hartó de estar escuchando sermones, pidió y pidió ser mayor para así poder hacer lo que él quisiera.
A la mañana siguiente se levantó y despertó como un adulto, pero se encontró una bobina de oro, se acercó para inspeccionarla detenidamente y esta le hablo, le dijo que la cuidara bien porque a medida que pase el tiempo el hilo que representaba la vida de él se ira soltando.
El joven príncipe tuvo tanta curiosidad de cómo serían sus hijos y su esposa y como serian ellos al crecer y así poco a poco fue tirando del hilo hasta que se observó en el espejo y se vio viejo y rápidamente intento enrollar el hilo, pero el tiempo que le quedaba ya era casi exclusivo para su muerte; la bobina entonces se dispuso a hablarle nuevamente diciéndole que había gastado su vida queriendo ser grande y que el tiempo que haló no los podrá recuperar y deberá sufrir el castigo.
El ahora rey entro en pánico, grito de manera terrible y murió, habiendo gastado su vida en hacer nada.
Cuenta la leyenda que había en un castillo un joven príncipe que era muy holgazán, solo quería jugar, sus padres los reyes intentaron de todo para convencerlo en hacerse cargo de sus responsabilidades pero este joven berrinchudo no hacía caso, una de las noches que se hartó de estar escuchando sermones, pidió y pidió ser mayor para así poder hacer lo que él quisiera.
A la mañana siguiente se levantó y despertó como un adulto, pero se encontró una bobina de oro, se acercó para inspeccionarla detenidamente y esta le hablo, le dijo que la cuidara bien porque a medida que pase el tiempo el hilo que representaba la vida de él se ira soltando.
El joven príncipe tuvo tanta curiosidad de cómo serían sus hijos y su esposa y como serian ellos al crecer y así poco a poco fue tirando del hilo hasta que se observó en el espejo y se vio viejo y rápidamente intento enrollar el hilo, pero el tiempo que le quedaba ya era casi exclusivo para su muerte; la bobina entonces se dispuso a hablarle nuevamente diciéndole que había gastado su vida queriendo ser grande y que el tiempo que haló no los podrá recuperar y deberá sufrir el castigo.
El ahora rey entro en pánico, grito de manera terrible y murió, habiendo gastado su vida en hacer nada.
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